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En enero de 2014, se obtuvo el total de la evaluación por 1.200 millones de pesos y por lo exagerado del monto de inmediato se comenzaron los primeros auxilios para la reparación, cuyo valor ascendió a 70 millones de pesos invertidos únicamente en el color de la fachada y del interior de la casona; junto con la instalación de la eléctridad. En los tradicionales festivales de Expo Fusa, Polanía contó que el recaudo de este dinero provenía de “la estampilla procultura donde cada negocio, contrato o movimiento financiero que hace la Administración, más el 2% de los impuestos de los fusagasugueños va para la cultura”. 
 
Desde el comienzo de la Semana Mayor la casona abrió sus puertas acogiendo cada tarde la visita de los turistas que apreciaban las cien piezas de cultura japonesa y las antigüedades pertenecientes al municipio, que al finalizar la temporada se convirtieron en 6000 visitantes que desconocían este atractivo. Por ahora, los fusagasugueños guardan la expectativa de la inauguración del salón de literatura José Asunción Silva y la sala en homenaje a Luis Alberto Herrera Herrera conocido mundialmente como el ‘Jardinerito ’. Puesto que, algunos aún se muestran incrédulos de la inversión que hasta ahora se le ha hecho a la hacienda pues afirman que al lugar solo lo han maquillado y las paredes, barandales, pisos y techos permanecen deteriorados. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Al pasar cuatro meses, los cambios del lugar han sido evidentes para todos, pues no sólo ha contribuido a la cultura del municipio sino ha mejorado la seguridad del sector,  porque ya no habitan mendigos y los prados de alrededor son visitados por viajeros como Henry Palacios, quien retozante en una tarde de domingo pensaba que  “este sitio ahora está a la disposición de la comunidad para pasear con la familia y  tomar aire puro”. Mirando la casa, Palacios con incertidumbre espera que la hacienda que ahora es rosada no vuelva a ser abandonada y desaparezca como las demás, ya que con esto se aprendió que ‘nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde’. 
 
Siendo esta reliquia la séptima casona del municipio, se dejó en el olvido y el abandono por los fusagasugueños, sin importar que en 1883 fuera escenario para la redacción de la Constitución Nacional de 1886 y para 1905 se mantuviera como el lugar de paso del expresidente de Colombia, Rafael Reyes Prieto. Pese a ello, en 2012, la Secretaría de Cultura desarrolló, planes para la recuperación de los demás patrimonios vigentes; aunque Raúl Martínez Cleves, en sus relatos como historiador, afirmó que “el patrimonio parte de una valoración que se le haga, en lo posible no por autoridades (académicas, administrativas, etc.), sino por las gentes”. 
Con o cesión su cargo Luis Alfredo Polanía actual secretario de Cultura, decidió actuar como pionero de la reconstrucción de la Casona Cuburgo, la cual fue una de las tres exigencias pedidas por la actual ministra Mariana Garcés Córdoba, en un encuentro en Bogotá. Acto seguido, tenía que realizarse un estudio histórico del patrimonio para estimar la importancia que presta en el municipio. Por último, Polanía tuvo que contratar especialistas para evaluar los daños de la casona y suponer el costo de la remodelación en pos de gestionar el dinero desde el ministerio a su despacho. 
 

“El patrimonio parte de una valoración que se le haga, en lo posible no por autoridades, sino por las gentes” apostilla Raul Martinez Cleves

Primeros auxilios para la Casona Cuburgo

Recuperar el Patrimonio Nacional de Fusagasugá

 

Crónicas 

Con los vidrios rotos, grietas y la madera podrida por la humedad se mantuvo desde hace 50 años la Casona Cuburgo de Fusagasugá. La hacienda que a mediados del siglo XX fue donada al municipio, sirvió como sede de la Policía y de la UMATA (Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria); y en 1996 por  Decreto 602 26-III fue declarada Patrimonio Nacional. Con el paso de los años se redujo a escombros, desechos y maleza, donde cada noche fue morada de indigentes y viciosos, pues para ellos más que un símbolo cultural era un lugar de prostitución y drogadicción.
 
Por: Lorena Achury
        Adriana Rodríguez

Foto: Adriana Rodríguez

Las mujeres no se quedan atrás. En un ente regido principalmente por los hombres, las mujeres empiezan a incursionar.

UNA HIJA DE SAN ANTONIO

Primera mujer piloto

 

Una de ellas es la subteniente de las Fuerzas Militares de Colombia, Ingrid Yuliana Arango Calderón, primera mujer piloto de la fuerza. Ingrid nació  el 29 de noviembre de 1989 en el municipio de San Antonio, al suroccidente del Tolima, un pueblo que en varias ocasiones ha sido víctima de la violencia pero con gente emprendedora que busca hacer de Colombia un mejor país. Fue esta su principal motivación para seguir la carrera militar y servirle a su patria. Antes de poder cumplir su sueño se preparó dos semestres en ingeniería civil en la Universidad de Ibagué.
 
El piloto del Ejército Nacional,  Nicolás Vaquero Aguilera, y su actual pareja atañe que “Íngrid ha sido muy valiente  y dedicada,  ha demostrado que nada le queda grande. Tiene  valores, tenacidad y sentimiento. Es gratificante decir que ella es una mujer  bella e inteligente”(sic).  Desde hace más de dos años Nicolás Vaquero ha sido su fiel compañero y la ha apoyado ante todos los obstáculos que se le han presentado en el camino, por eso ella se encuentra muy agradecida pues ha encontrado en él un soporte firme incondicional. 
 
El 9 de enero de 2009, hizo su ingreso  a la Escuela Militar de Cadetes ‘General José María Córdova’, allí  empezó un largo camino lleno de sacrificios, pero a la vez de satisfacciones. Ese día, junto a 61 mujeres más marcaron  con letras doradas la historia del Ejercito Nacional, al ser el primer grupo de cadetes femeninas de arma con mando de tropa. Al final del curso tan solo 48 de ellas lograron culminaron con éxito el entrenamiento táctico, técnico y físico, en igualdad de condiciones con algunos hombres. 
 
En diciembre de 2011, en el uniforme de esta sanantoniana, se puso la estrella que significaba el primer logro de su carrera, tras ocupar el segundo puesto, ya que Emanuel David Correa había sido condecorado con el primer lugar de su promoción al graduarse como subteniente del curso Brigadier General ‘Gabriel Puyana García’. Sus compañeros fueron asignados a otras unidades para desempeñarse como comandantes de pelotón en la fase de instrucción y entrenamiento, la subteniente Arango fue destinada a la escuela de comunicaciones del ejército, donde se desempeñó como comandante, mientras presentaba las pruebas para manejar aviones. 
 
 

Íngrid Yuliana Arango, piloto del Ejercito Nacional

Foto tomada de internet.

Gracias a su destacado desempeño, en Mariquita, Tolima, demostró su destreza para pilotear avión, en diciembre de 2013, Íngrid  fue enviada a presentar prueba de aviación, donde supero todos los filtros e inició entrenamiento. El pasado 4 de marzo finalizó todas las fases de su entrenamiento y se convirtió en piloto del equipo ‘Beechcraft King Air’. Al respecto, su madre Eliana Patricia Calderón Arateco afirmó “me siento muy orgullosa de que Íngrid, haya logrado pilotear un avión; aunque estoy segura de sus alcances, también sé que ella  puede estar en riesgo ante una maniobra errada”.
 
Finalmente, Íngrid  dice “me enorgullece  hacer parte de la familia del Ejercito ya que me gusta mi carrera. Además, solo quiero seguir el  proceso, juntando horas de vuelo y aprender hasta llegar a ser instructora, para luego realizarme como mujer y tener una familia”. Con mucha vida por delante se puede afirmar que hoy Ingrid Angulo  ha marcado la diferencia  en su municipio y en el país como símbolo de mujer aguerrida y valiente. Ella es el ejemplo de que  los sueños si se cumplen, solo se necesitan constancia y sacrificio para lograr todo lo que se quiere en la vida. 
Por: Lina Vega
En el 2014 Colombia como cada cuatro años pasa por un momento de tensión y expectativa, cuando el pueblo se reúne de manera  voluntaria para  elegir  al  hombre o la mujer que enmarcará  el rumbo  de los próximos años  y que con sus ideas  encaminará un mejor porvenir para la nación.  En la historia reciente del país nunca antes se habían sumado tantos elementos definir el incierto futuro, en cuanto a la consolidación el proceso de paz, acuerdos económicos, explotación  de la inversión extranjera, crisis en los países vecinos y el despertar  de los jóvenes respeto  del uso de la democracia y la participación directa. 
 
Iniciando mayo,  los cinco candidatos presidenciales, Clara López, Marta Lucía Ramírez, Juan Manuel Santos, Enrique Peñalosa y Óscar Iván Zuluaga, comienzan su guerra sucia de campaña. Yo, Roberta, una joven  con poca experiencia en asuntos políticos, sentía, como ciudadana,  la obligación de ejercer mi derecho al voto tras haber cumplido la mayoría de edad. Pero a la vez me cuestionaba por cuál de los aspirantes  debía votar, sé que es una decisión difícil, pues las noticias día tras día  muestran como estos candidatos se preocupan  más  por desacreditar a sus rivales  que por mostrar sus planes de gobierno. 
 
 Antes  de las elecciones me enteré que dos de los  aspirantes a la presidencia, Santos y Zuluaga, se habían visto involucrados en fuertes acusaciones mutuas en las que se mencionaba  la supuesta entrada de  dineros ilegales  a la campaña del actual Presidente en 2010;  por otro lado, la difusión de un video que mostraba las posibles interceptaciones en los diálogos de  paz de La Habana y salpicaba al candidato del Centro Democrático y su campaña: esto estaba peor que una guerra entre ‘perros y gatos’. 
 
 

Ejerciendo mi derecho al voto por primera vez

 

La participación democrática, un derecho que nos hace libres

 

Llegó el día esperado. Me levanté muy temprano, averigüé cuál era mí puesto de votación y acudí a esta travesía democrática. A las 8:00 a.m. se abrieron oficialmente las mesas de votación en Melgar y al llegar a la Institución Educativa Técnica Sumapaz recordé lo que Gildardo Arias, registrador de Melgar, me había comentado en días pasados: “Todo ciudadano, por el sólo hecho de obtener su cédula de ciudadanía al cumplir la mayoría de edad, ingresa automáticamente al censo electoral y queda habilitado para votar en un puesto de votación cercano a la dirección informada al momento de tramitar su cédula de ciudadanía. Debe inscribirse sólo si cambió su domicilio o lugar de residencia”. 
 
Cerca de la urna saqué mi cédula y con ella unos volantes del candidato por el cual iba a votar. Sorpresivamente un policía circonspecto pero con cara amable, se me acercó  para indicarme que “todo acto que indique proselitismo electoral está rotundamente prohibido y tiene consecuencias penales”. En ese momento sentí cómo el sudor bajaba lentamente por mi rostro y una pequeña sonrisa dejaba al descubierto los nervios que me invadían. Reaccioné rápidamente a lo que decía el  comandante. 
 
Después de esa penosa situación, seguí a la mesa  donde se encontraban los jurados. Allí presenté mi documento de identidad y a cambio me dieron el tarjetón electoral donde estaban los rostros retocados de los aspirantes a la presidencia. Por fin, después de una larga y agotadora espera iba a elegir de manera libre a quien yo consideraba era la persona idónea para gobernar nuestra patria. Al salir me encontré con Fabio, un amigo  también inexperto en este asunto, y nos dimos cuenta de que así como nosotros son muchos los jóvenes que no saben qué proceso seguir y cuál es la importancia de ejercer el derecho al voto. 
 

Imágen tomada de la web 

Imágen tomada de la web 

Por: Yedni Velásquez
       Danny Cubillos 
Testimonio de una extrabajadora sexual que busca a sus hijos.
 
 
 

Renació de las cenizas de la prostitución

“Ha llegado el momento de sanar el corazón”, son  las palabras de Sandra Carolina Obando, de 39 años, al referirse a los esfuerzos que realiza para reunir todos los miembros de su hogar.
 
“Préstame tus manos un momento”, mis dedos palpan un hematoma casi tan grande como huevo, detrás de la cabeza de Sandra Carolina Obando. Son las cicatrices que le dejó la vida; pero existen unas mucho más grandes grabadas en el alma. Una ciudad de sobras y con un frío inclemente, Bogotá, es la que recorre Carolina de 12 años, con su pelo crespo, miedos y su sonrisa. Las calles le asustan, pero aquel que fue su hogar alguna vez, le aterra más, puesto que un día, su cuarto fue convertido en un infierno y aquellos que quiso se convirtieron en monstruos. “Mi padrino de bautizo abuso de mí sexualmente. ¿Cómo alguien puede hacer algo semejante?”. Desde ese momento decidí abandonar la casa. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Sandra Carolina Obando. Foto/ Laura Cruz.
 
 
Entrando al infierno
 
El Restrepo fue el lugar en donde por mucho tiempo estaba ubicado el infierno en el  que, obligada Carolina, tuvo que vivir. Quien después de huir de la vivienda a donde residía, fue vendida por su novio en un prostíbulo y por más de dos años se estuvo quemando en vida. ¿Qué sustancias probó?- le pregunté-  “Pregúntame qué no consumía más bien”, dice entre risas. “Pepas, marihuana, bazuco, pegante. Yo hacía cocteles a diario para anestesiar el dolor y la soledad que sintió mi alma en la adolescencia. Tienes que drogarte para no sentir nada, porque me daba asco estar con los hombres después de la experiencia de mi niñez. Luego después de una embarrada que hice me llevaron presa y célebre mis quince años en una correccional”.
 
 
Temí por la vida de mis hijos
 
 
¡Policía mata joven con puñal¡ fue la noticia que por mucho tiempo ocupó las primeras páginas de la prensa y de los medios televisivos. Carolina no podía creer que su hogar una vez más se desplomara, ya que su esposo y padre de sus dos hijos era capturado por asesinar a la joven Sandra Catalina Vázquez Guzmán.  El hombre que ahora aborrecía el país entero fue el mismo que un día la sacó de la vida de trabajadora sexual y la hizo su esposa, por lo que lo defendió. Lo que le costó que la sacaran en un diario y que el país conociera la compañera sentimental del criminal. “A mí me encendieron a bala, el mismo día que salió la noticia. Yo llamé a la familia  de mi compañero y cuando llegaron les dije que se llevaran a los niños porque temí por sus vidas. Después de que partieron en el taxi comprendí que otra vez me había quedado sin familia”. 
 
       Busca a sus  a sus hijos que se los robó el ICBF
 
Después de los escándalos en los medios, Sandra Carolina Obando no consiguió trabajó. “La sociedad me sacó a un lado, como una lepra,… como una basura”. Por esta razón tuvo que volver a ejercer la prostitución: en ese tiempo concibió tres hijos, que se vio obligada a dejar bajo medida de protección en El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), ya que fue amenazada  de muerte por un hombre que le pegó con la cacha de una pistola en la cabeza. Cuando tenía un hogar y un restaurante con el que podía sostener a los niños, una funcionaria del ICBF le dijo que los habían dado en adopción violando todos sus derechos.
 
Sueña con su hogar 

 

Hoy, con 39 años, después de varias heridas que ha convertido en triunfos, luchando cada día, renace de su pasado siendo ‘artesana’, ahora actriz: trabaja con varias instituciones educativas, haciendo teatro, ha hecho comerciales y también participó de extra en  varias producciones de televisión. El único sueño que le falta por cumplir es reunirse con sus hijos y lograr su perdón. La vida la había separado de su mamá Nubia Ester Obando. Recuerda que en su adolescencia sintió rencor por ella al  haber sido cobarde y no buscarla; pero hoy en medio de su desesperación la comprende. Su historia se repite. Conoce del dolor de madre de angustias y noches que perturban su poca tranquilidad. Le faltan sus hijos.
 
El amor a su arte la salvó
 
“Nadie está libre de pecado”, lo dijo Jesús y lo dice Sandra Carolina, quien con una mirada fija hace que sus pupilas se dilaten y sientan ese dolor que a veces aprieta el alma. Su sufrimiento es latente. Se refugia en aquellos recuerdos que por instantes dominan esa agudeza que la hace fuerte. Sentimos cómo su voz por instantes se entrecorta: sus palabras son ácidas, vienen del desgaste, de la angustia; se convierten en un escudo para abrir las puertas de un escenario en el que su protagonista principal es ella.
Se acaba de cumplir uno de sus más anhelados sueños. Para Carolina era increíble saber que su madre siempre había estado cerca, pues mientras ella mendigaba embarazada de su primer hija  a las afueras de la Universidad Católica en Bogotá,  su madre Nubia Ester Obando trabajaba haciendo aseo allí. Al parecer ella no escatimó en gastos, pues los hermanos de Sandra Carolina se dieron el lujo de estudiar en dicha academia. Lo cierto es que después de muchos años  regresa a aquel pasado para reconciliarse con el tiempo.
 
Halló a su madre gracias a algunos medios de comunicación  locales de Girardot. “Encontrar a mi madre fue muy emocionante, pero ayer me desinflaron”. Esperaba ansiosa ese momento; pero algo había teñido de gris aquel encuentro. Quizás por esta razón quería evadir lo que había sucedido en Bogotá, más exactamente en la terminal de trasportes. El lugar estaba lleno de globos rojos, “siempre lo soñé así”; allí la esperaba su madre y unas personas extrañas para ella. Sentía que la respiración se agotaba y que las fuerzas la abandonaban.
 
En medio de su fatiga, algo recobró sus fuerzas y fue uno de sus hermanos quien mencionó su nombre. Sandra  al ver sus ojos regresó por un instante a su pasado, cuando se reencontró con su infancia. Esto le dio fortaleza para no desfallecer; estaba ahí con su familia, aun sin saber lo que pensaban. Nada podía perturbar el sueño de estar cerca de su madre, cuando por tanto tiempo la necesito. Todo al parecer en el ambiente era de alegría: Sandra Carolina había encontrado a su mamá  y a su familia.
 
Sin embargo, el pasado quiere apoderarse de la tristeza; tal vez ella no estaba preparada. En sus ojos, se refleja el odio a la sociedad que mezquina, señala y juzga, así como lo hizo su hermana cuando le dijo que ella era una vergüenza para la familia. Aunque aquello vivido la condene, busca ansiosa que su historia de vida la sepa todo un país; quiere que dejen de discriminar al mendigo: pues nadie sabe por qué está allí. Para ella haber sido prostituta, no es una vergüenza. Fue algo que repudió, pero le tocó vivir, recuerda que  en muchos de los casos tuvo que drogarse para pasar ese trago amargo de sentir que su cuerpo era  manoseado, y piensa en las mujeres que tienen que pasar por esta situación para intentar sobrevivir; toda vez que no es fácil vivir con el diablo en medio de la oscuridad que intenta no dejar rastro del pecado. 
 
Si bien es cierto la madre es la figura más importante dentro de la sociedad, símbolo de luchas en las que Sandra Carolina refugia un sentimiento de ternura y amor eterno, que se dibuja en los ojos de  Joshua y Anyeline, sus dos hijos, que son su alegría. Su hija la admira, y la admira mucho, no restringe en ellos su pasado, quiere que lo conozcan, por ella y no por la gente. Habla sin miedo: “Es muy lindo educar dos hermosos seres que van a ser grandes para la sociedad”. Anyeline, quien la ha visto llorar, dice “ella no dormía pensando”. Sandra le pide a Dios ese milagro encontrar a sus otros cinco hijos y rompe en llanto mientras pide que no la juzguen como ella alguna vez lo hizo con doña Nubia.
 
 
 
 
 
 

El amor a su arte la salvó

 
“Nadie está libre de pecado”, lo dijo Jesús y lo dice Sandra Carolina, quien con una mirada fija hace que sus pupilas se dilaten y sientan ese dolor que a veces aprieta el alma. Su sufrimiento es latente. Se refugia en aquellos recuerdos que por instantes dominan esa agudeza que la hace fuerte. Sentimos cómo su voz por instantes se entrecorta: sus palabras son ácidas, vienen del desgaste, de la angustia; se convierten en un escudo para abrir las puertas de un escenario en el que su protagonista principal es ella.
Se acaba de cumplir uno de sus más anhelados sueños. Para Carolina era increíble saber que su madre siempre había estado cerca, pues mientras ella mendigaba embarazada de su primer hija  a las afueras de la Universidad Católica en Bogotá,  su madre Nubia Ester Obando trabajaba haciendo aseo allí. Al parecer ella no escatimó en gastos, pues los hermanos de Sandra Carolina se dieron el lujo de estudiar en dicha academia. Lo cierto es que después de muchos años  regresa a aquel pasado para reconciliarse con el tiempo.
 
Halló a su madre gracias a algunos medios de comunicación  locales de Girardot. “Encontrar a mi madre fue muy emocionante, pero ayer me desinflaron”. Esperaba ansiosa ese momento; pero algo había teñido de gris aquel encuentro. Quizás por esta razón quería evadir lo que había sucedido en Bogotá, más exactamente en la terminal de trasportes. El lugar estaba lleno de globos rojos, “siempre lo soñé así”; allí la esperaba su madre y unas personas extrañas para ella. Sentía que la respiración se agotaba y que las fuerzas la abandonaban.
 
En medio de su fatiga, algo recobró sus fuerzas y fue uno de sus hermanos quien mencionó su nombre. Sandra  al ver sus ojos regresó por un instante a su pasado, cuando se reencontró con su infancia. Esto le dio fortaleza para no desfallecer; estaba ahí con su familia, aun sin saber lo que pensaban. Nada podía perturbar el sueño de estar cerca de su madre, cuando por tanto tiempo la necesito. Todo al parecer en el ambiente era de alegría: Sandra Carolina había encontrado a su mamá  y a su familia.
 
Sin embargo, el pasado quiere apoderarse de la tristeza; tal vez ella no estaba preparada. En sus ojos, se refleja el odio a la sociedad que mezquina, señala y juzga, así como lo hizo su hermana cuando le dijo que ella era una vergüenza para la familia. Aunque aquello vivido la condene, busca ansiosa que su historia de vida la sepa todo un país; quiere que dejen de discriminar al mendigo: pues nadie sabe por qué está allí. Para ella haber sido prostituta, no es una vergüenza. Fue algo que repudió, pero le tocó vivir, recuerda que  en muchos de los casos tuvo que drogarse para pasar ese trago amargo de sentir que su cuerpo era  manoseado, y piensa en las mujeres que tienen que pasar por esta situación para intentar sobrevivir; toda vez que no es fácil vivir con el diablo en medio de la oscuridad que intenta no dejar rastro del pecado. 
 
Si bien es cierto la madre es la figura más importante dentro de la sociedad, símbolo de luchas en las que Sandra Carolina refugia un sentimiento de ternura y amor eterno, que se dibuja en los ojos de  Joshua y Anyeline, sus dos hijos, que son su alegría. Su hija la admira, y la admira mucho, no restringe en ellos su pasado, quiere que lo conozcan, por ella y no por la gente. Habla sin miedo: “Es muy lindo educar dos hermosos seres que van a ser grandes para la sociedad”. Anyeline, quien la ha visto llorar, dice “ella no dormía pensando”. Sandra le pide a Dios ese milagro encontrar a sus otros cinco hijos y rompe en llanto mientras pide que no la juzguen como ella alguna vez lo hizo con doña Nubia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Sandra Carolina Obando y sus hijos Joshua y Anyeline.  Foto: Johana Cajamarca

 
No cabe duda de que su dolor se refugia en el teatro para  convertir su tristeza en su más grande alegría; eso se le nota. Hace erizar la piel cuando habla de lo que de niña fue un juego, hoy la vida  se abre con un abanico de oportunidades. Subirse al escenario para ella es algo así como desenvolver el alma: habla una mujer para quien la fuerza es la vida y las ganas infinitas de soñar y de colmar con ellas esa pasión insaciable por querer reconciliarse con aquel pasado que le ha hecho derramar muchas lágrimas. Hoy es llanto de alegría sumergido en las sonrisas de los niños, esos de los cuales recibe un “gracias, me enseñaste”. Todo su ser se apodera de la satisfacción que hace despertar en ella la más grande ilusión de poder actuar.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Archivo/ Sandra Carolina.
 
Su experiencia en las tablas la consigue en varias fundaciones, entre ellas la de “Clementina Camacho”, en Flandes y “Rasgos u Odas”, en El Espinal. Los escenarios se vuelven arte para un público, en particular los niños, de los cuales vive enamorada. Representa el mundo oscuro del cual logró escaparse y con el que Pretende salvar muchas vidas con su destreza. Empezó en Casa Cultura, bajo la supervisión sus maestros de actuación Julio César Arteaga y Pedro Bustamante Zárate. Su puesta en escena hace vibrar los corazones de muchos que al igual que ella sueñan con aprender a hacer magia con sus habilidades. Caso en particular es el de Andrés Vaquero Gutiérrez. Para él Girardot es una ciudad de pocas oportunidades y encontró en la actuación una posibilidad para servirle a la humanidad.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

Andrés  Vaquero Gutiérrez, integrante fundación “Clementina Camacho”, de Flandes. Foto/ Laura Cruz.
 
A la virgen  María, la madre de DiYos, se la asocia con las antiguas divinidades femeninas, las diosas de la tierra. Este personaje se robó la inspiración de Sandra, a quien su único experimento para llorar, fue caminar hacia la memoria emotiva. “Empieza esa remembranza, ese dolor de mi pasado. Yo recuerdo a mis hijos y automáticamente lloro”. Y sí, ahí está  sentada en un  sofá ahogada en el dolor, llora y le pide a Dios que no la odien.  La actuación la ha salvado de la tristeza; pero la persigue para quebrantar en ella el pasado: es un psicólogo que, a veces, no es tan cruel endulza su corazón. “Lo que más disfrutas: las sonrisas y los aplausos de los niños”, concluye sobrecogida.

 

 

Intercambio cultural

 
 

Una oportunidad enriquecedora

Con movilidad académica ofrecida por  la Corporación Universitaria Minuto de Dios se da la oportunidad a los estudiantes y docentes de vivir una experiencia cultural, salir de su espacio de confort y poner la cara al mundo.
 
Costumbres, tradiciones, comportamientos, idioma, historias y etnias son algunos de los componentes que conforman la identidad cultural de un pueblo, región o país; es el sello que lo identifica respecto de otros y lo define como sociedad. Colombia, un país reconocido por sus riquezas naturales, culturales y hasta deportivas, hoy es cuna de soñadores y emprendedores. Su gastronomía, calles, plazas conservadas, iglesias monumentales y parques de cada uno de los pueblos considerados patrimonio colombiano, narran su herencia y su historia; brindan  identidad y sentido de pertenencia. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

La cultura colombiana no tiene comparación con la de otros países”, resaltó Miguel Chuquizán, comunicador social y periodista en formación, quien en el segundo semestre de 2014 realizó el proceso de internacionalización, brindado por la Corporación Universitaria Minuto de Dios, viajando a Argentina. En medio de un territorio desconocido, sin familia ni amigos se encontró Chuquizán durante los meses de julio a noviembre; nuevas costumbres, personas, conocimientos, paisajes para apreciar y aventuras por vivir fueron la base principal para que este joven soportara la estadía lejos de su hogar.

 

“Realmente nunca pensé viajar a otro país, nunca pensé aplicar para una beca. Creía que sólo se lo ganaban personas de otras ciudades, más no las de Girardot. (…) Todo fue cosa del destino”, agregó Chuquizán al describir el inicio de su aventura. “Buscaba a la psicóloga Yojana Ibañez, con el fin de realizarle una encuesta. Ella se encontraba en la biblioteca de la universidad, donde se llevaba a cabo un conversatorio acerca del proceso de internacionalización por parte de Diana Cano.  La información que se brindó me desanimó; sin embargo, cuando se terminó la oratoria me acerqué a la exponente para preguntarle sobre alguna beca, a lo que recibí una respuesta positiva” (sic).

 

Exámenes, requisitos, entrevistas y consecución del pasaporte fueron las actividades que realizó a lo largo de mayo y junio, siempre con el apoyo de su familia -especialmente de su madre Martha Camargo-: “Es mi niño, pero era hora de volar, de conocer otras perspectivas, de quitarse la venda de sus ojos y descubrir que hay algo más allá de nuestras fronteras”. Agitados momentos, pero todo era por un bien mayor: el viajar a otro país con un fin más grande, estudiar en otra institución educativa,  el conocer y compartir culturas, pues cada persona tiene algo qué aportar y qué recibir. 

 

“El conocimiento de otra cultura no sólo enriquece al estudiante en su personalidad, sino también en su formación académica (…). Es muy importante que sea maduro en  relación a su proceso psíquico, porque allá va a tener que experimentar momentos de depresión, soledad, frustración, ya no va a tener a su lado a la mamá, al amigo,  a la pareja; genera desarraigo, y muchas veces no es manejado de manera adecuada”, así lo menciona Yojana Ibáñez, quien recomienda: “Suéñatelo. Sueña que puedes conocer personas con puntos que pueden enriquecerte” (sic). 

No todo es  lo que parece

 

Es abundante la información que las personas pueden encontrar sobre la cultura de una nación; sin embargo, puede que esta no sea tan certera. “Por ejemplo tenía entendido que en Argentina se bebía mucho vino; -recuerda Chuquizán-  pero no, allá predominan las gaseosas y el mate. Igualmente aunque hablemos el mismo idioma español, existen connotaciones diferentes. Y me reí al ver que varias palabras de uso común en Colombia allá tienen un significado, en ciertos casos, grosero. (…) Recuerdo que una vez un compañero de nacionalidad argentina se me acercó y me dijo: ‘Che, vos, ¿por qué no hablas como nosotros?’”.

 

 

El intercambio académico “es una oportunidad de poder mostrar lo bonito que es Colombia, que no solamente es narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo y demás; sino que hay gente bonita, en el sentido de que podemos convivir con todos los demás y que somos guerreros, que nos adaptamos y salimos victoriosos”. Es como lo describe Mayra Gutiérrez, coordinadora del programa Comunicación Social y Periodismo: “los colombianos somos ricos en todo sentido; (…)  primordialmente hay que tener en cuenta que se llega a un lugar donde tienen costumbres diferentes, donde hay que adaptarnos y tratar de

 aportar  todo eso rico que tenemos” (sic). 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Colombia también despierta interés

 

 

Finalizado el proceso de intercambio de Chuquizán e iniciando 2015, Uniminuto  sede regional Girardot recibió a Stéphanie Castro, una joven viajera de origen brasileño estudiante de Relaciones Internacionales, que ahora tiene la oportunidad de conocer una nueva cultura. “Me encanta viajar. Escogí Colombia porque  quería un país para practicar el español; además, me quedaba fácil y económico un país en América Latina (…); tengo muchos amigos colombianos que conocí en otros viajes y siempre tuve ganas de conocer este país”, puntualiza.

 

 

“Extraño toda la comida de allá, algunas costumbres gastronómicas y el clima han sido las cosas que me han marcado hasta el momento; pero me gusta el sancocho y el salpicón (…). En Colombia no hay estaciones como en Brasil, pero la gente es muy parecida”. Stéphanie no desaprovecha la oportunidad para aportar algo de su tierra y dejar una huella de su paso por este país: “Estoy dictando clases de portugués en la universidad y también de inglés (…): en esta clase no sólo enseño el idioma, además muestro la cultura de mi país”. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque vivimos en territorios con diferentes

tradiciones, costumbres y culturas, “siempre encontramos algo en común”, fueron las palabras de Brain García, estudiante de Comunicación y Periodismo, al dar su opinión sobre la experiencia de su amigo. La oportunidad de viajar y de conocer territorios diferentes al nuestro es un acto que pocos saben aprovechar; pero el espíritu de estos dos jóvenes con alma viajera les permitió sumar a sus experiencias vividas un hecho que les amplió sus conocimientos y  sus ganas de ‘comerse el mundo’. 

 

Por: Angie Beltrán 

       Íngrid Vanegas 

Una dinastía 

 
 

Reconstruyendo el pasado para llegar a la final 

Con entrega, esfuerzo y dedicación la escuela Nueva Dinastía ha enfrentado obstáculos que lo han llevado a estar más cerca de la meta y, así poder, cumplir sus objetivos.

Cruzando por una calle de  Agua de Dios solo y pensativo, observé cómo varios niños se divertían jugando fútbol en la única cancha con que cuenta este municipio: como muchos, incluyéndome, hemos pisado este lugar sintiendo esa energía que nos da el impulso para correr en ella. Pero este escenario se mantiene vivo gracias a alguien que no es ni usted  ni tampoco yo. Es la escuela de fútbol Nueva Dinastía, llena de historia y que a través de los años ha crecido junto a la grama y arcos de este sitio. 
 
“Todo inició desde el año 1999”, exclamó Fredy Ramírez (técnico de la institución).En sus primeras etapas la escuela era denominada  Miguel Rizo. Luego se realizó  una estructuración del programa  y se le renombró como Juventud U - 2 Rizo.  “Tras  una década decidimos, por última vez, estructurar de nuevo el nombre,  ya se advertía la necesidad  y la  importancia de  dar y obtener reconocimiento de  club”, a partir de  2012 fue su renacer.  
 
El renacer de la escuela tuvo que esperar, pues “recuerdo que mi trabajo comenzó cuando observamos que las directivas de  entonces no iban para ningún lado. Me postulé para ser el dirigente de la escuela en compañía de amigos y lo logré. En  hechos más recientes,  la presidencia, junto a los  integrantes de la junta, decidimos cambiar el nombre a Nueva Dinastía F.C. haciendo alusión a todos aquellos planteles que han existido a través de los años. Todos debemos sentir la escuela como nuestra, pues de alguna forma hemos visto participar a un conocido e incluso muchos hemos jugado en ella cuando jóvenes”, agregó  Norberto Galindo Salamanca, presidente de nueva dinastía. 
 

Salvavidas a tiempo

 

Observando la falta de recursos de la escuela, la Administración Municipal en cabeza de Jorge Humberto Garcés, se implementa un convenio  inter- administrativo junto con la Gobernación de Cundinamarca, para la dotación de balones, conos, uniformes, petos, bus del municipio para torneos tanto locales como nacionales : la ´Copa Claro´ y el ´Pony Futbol´ más el pago de salarios del instructor . Es indispensable apoyar el deporte para el desarrollo de nuestra comunidad”. Explicó Yanson Ferney Ricardo Luna, apoyo de la Coordinación de Deportes, de Agua de Dios 
 
Los protagonistas y su experiencia
 
“Pertenezco desde  hace dos años a la escuela Nueva Dinastía y  me ha dado fuerza para seguir adelante y  luchar por mis sueños – recuerda Laura Andrea Jiménez- Estar aquí ha sido muy importante pues me ayuda a ejercitarme y hacer deporte, que es lo que más disfruto. La experiencia que más recuerdo  dentro del campo de fútbol es un partido en el Carmen de Apicalá cuando hice un gol: hacen el tiro desde la esquina, el balón se eleva y me lanzo anotando el gol con la cabeza. De verdad fue un ¡¡golazo!!” (sic). 
 
“En la formación deportiva de mi hijo, en estos tres años, siempre hemos asistido y lo acompañamos en los entrenos y los torneos oficiales en los que participa junto con sus compañeros. Su comportamiento ha cambiado, aprendiendo que el trabajo en grupo es una buena estrategia para llegar a los objetivos que se quiere; entiende el valor de la amistad. Me da satisfacción cuando lo veo jugar, ha adquirido conocimientos a través de los encuentros deportivos, la escuela puede aportarle valores que puede ejecutarlos también en su vida personal”, indicó Peter Manjarrés, padre de familia de un alumno de la escuela.  
 
“Nueva Dinastía es mi segundo hogar -expuso Vanessa Forero- la escuela ha aportado a mi vida valores como el respeto, compañerismo, amistad, responsabilidad y paz. Me encanta el fútbol; lo mío es jugar. Escogí el fútbol, porque mi familia es futbolística y a pesar de que practico otros deportes este es el que me llama más mi atención. Cuando estoy en el campo pienso en James Rodríguez, porque es lindo y es un buen jugador. Mi gran motivación son mis sobrinos, ya que mi hermana se convirtió en mi madre y le debo todo a ella; su amor y dedicación” (sic). 
 
Se trato de impartir que el deporte es salud y vida. “He notado que han adquirido madurez a través de su formación deportiva”, expresó Gloria Velásquez, madre de deportistas de la escuela. Su director técnico es una persona que inculca el valor del respeto, seguridad y obediencia siempre les recalca que su comportamiento en la cancha refleja los valores que han aprendido en la institución y en su hogar. “Me siento orgullosa y contenta cuando los veo jugar ya que observo cómo se han superado en las metas que se ha propuesto” (sic), puntualizó Velásquez. 
 
 
“Contamos con la fortuna de haber formado futbolistas que hacen parte de escuelas y equipos fuera del municipio” apuntó  Fredy Ramírez, técnico de Nueva Dinastía. Por ejemplo, Miguel Fuertes hace parte del club Talentos de Zipaquirá  y próximo a hacer parte de la selección Cundinamarca en la categoría sub- 1. “Pero el más representativo de nuestros deportistas, en estos dieciséis años, es Alejandro Galindo, que hace parte de la Antigua  F.C. de Guatemala y hace parte de la selección de ese país” (sic). 
 
 
La historia de esta escuela está marcada por la lucha y la perseverancia de todos aquellos que la componen, que han visto en ella la oportunidad de apoyar a todos los niños y jóvenes a quienes apasiona el ´deporte rey´. Es un sueño forjado desde la arena, que se construye con cada gota de sudor, tardes de entrenamiento, esfuerzo de sus dirigentes, alumnos y colaboradores, que con sus aportes  construyen un equipo con los suficientes valores, capacidades y aptitudes que los llevarán a grandes finales. 
 
Por: Brain García 
Esta realidad es la que viven a diario cientos de personas en todo el territorio nacional, desde la Guajira hasta la Amazonia. Existe gente que hace magia con sus manos, aunque también, en el Valle del Cauca, Tolima y Cundinamarca encontramos artesanos increíbles, como el caso de Mery Beltrán, una mujer que en su juventud creyó tener la vida asegurada; pero de un momento a otro, su mundo tomó un rumbo inesperado, luego de recibir la noticia de que su esposo Julio César Arellano había fallecido.  
 

Doña Mery nos cuenta su historia

 

“Yo nací en Bogotá el 17 de agosto de 1951, a los 21 años me casé y tuve mi primer hijo, Julio César. Luego de eso, mi esposo pidió trabajo en el Ministerio de Educación Nacional y nos fuimos a vivir a Barichara, Santander del Sur –que es el pueblo más lindo de Colombia-. allá vivimos cinco años y nació mi segunda hija Gina Paola. Después trasladaron a mi esposo para El Espinal; pero por el problema de los mosquitos, nos radicamos en Girardot hace 37 años y fuimos fundadores del barrio Cámbulos” (sic).
 
Mery parecía estar muy tranquila mientras relataba su historia, bajo el ventilador de la sala de su casa. Disfrutando de un jugo de lulo, abrió su corazón para seguir con la parte de la historia que más la ha marcado…

 

 

“A los 17 años de vivir aquí, a mi esposo le detectaron una enfermedad del hígado, una cirrosis hepática. ¡No, por trago!, sino por herencia familiar. Él empezó a enfermarse, duró dos años enfermito hasta que falleció el 31 de agosto del 95.Durante su enfermedad yo nunca pensé ‘voy a quedarme sola, me voy a morir de hambre’. No, yo nunca pensé eso. Al ver la realidad, solo pensé en salir adelante. Fue ahí donde comencé de lleno a poner un pequeño negocio en mi casa: vendía muñecos de peluche y empecé a hacer lo que me gustaba…” 
 
Superar la muerte de su esposo fue una situación difícil, como lo sería para cualquier persona; sin embargo, como ella lo relata, “¡la vida sigue!, y si uno tiene hijos, tiene que seguir”. Lo curioso es que luego de eso tuvo que enfrentar la muerte de su madre, la pérdida de su yerno, trabajar para sus cinco hijos y por si fuera poco, la también inesperada enfermedad de su hijo mayor, Julio César Arellano, quien después de haber logrado ser profesional, lo sorprende la esclerosis múltiple, un padecimiento que, según la medicina, no tiene cura. 

 

 
“El proceso fue muy largo; pero Dios estuvo con nosotros, mi mamá ha sido una fuente aquí en la casa junto con mis hermanos… Yo trabajaba en Bogotá, viajaba por todo el país, ganaba mucha plata, pero me enfrenté a una enfermedad gravísima. A raíz de eso, me encontré también con Dios, quien fue el que me sacó adelante, pues antes no podía ver, no podía hablar, no podía caminar, perdí hasta la memoria” (sic). Esto es lo que cuenta Julio Cesar Arellano, sentado en una silla de ruedas, mientras alude constantemente el amor de Dios y a su “enfermera propia y privada”, por lo que también se siente agradecido. 
 
 
Afortunadamente, doña Mery no ha estado sola. Hace dos años, el trabajo de los artesanos empezó a ser valorado y reconocido, luego de muchos esfuerzos, con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico. Se logra convencer a almacenes Éxito y Colsubsidio de brindar un espacio para que allí, los artesanos puedan exponer sus trabajos. Según Elizabeth Quiroga, quien ejerce una labor de apoyo para estos proyectos, “los artesanos son un grupo muy valioso. La idea es que ellos sean reconocidos en Girardot y nacionalmente, se les ha venido capacitando para que sus proyectos sean de óptima calidad, para que cuando llegue el turista, encuentre una artesanía que represente nuestra cultura” (sic).
 
 

Y es que como lo señalan los mismos artesanos, Claudia Rueda y Javier Castillo, “el  arte es alegría, es paz, es belleza”. Asimismo como Mery Beltrán, hay muchas otras historias de madres cabeza de familia, de mujeres y de hombres que han atravesado en la vida situaciones inesperadas que les han hecho creer que el mundo se les derrumbó; pero que, a su vez, han descubierto en una artesanía, la oportunidad de salir adelante, de aprovechar el tiempo libre, de aprender y de enseñar a otros, de disfrutar y de reír, de compartir y de volver a soñar. 

 

 
Sin embargo, se espera que el trabajo de los artesanos sea mucho más reconocido en la región, así lo afirman Mery Albanez e Isabel Jiménez, mujeres que también trabajan con artesanías, quienes aseguran que “sería bueno trabajar en una mejor publicidad para que la gente se dé cuenta de que Girardot tiene artesanos. El  trabajo de la asociación es una buena oportunidad para que cada uno presente lo que sabe hacer y pueda prestar un servicio a la comunidad”. 
 
 
Esta es solo una muestra de la realidad a la que a diario se enfrentan los que trabajan por el arte, la música, la danza, pero en honor a la victoria de doña Mery, hoy cerramos esta historia, destacando sus palabras, pese a los golpes de la vida, “siempre hay que salir adelante”.
 
 
Fue así como la artesanía se convirtió en un oficio autóctono de nuestro país y aunque, actualmente, el arte en general no es valorado como debería, esta es una actividad que ha provisto de innumerables beneficios a quienes la ejercen; pues muchas familias en Colombia han salido adelante gracias a las manos de mujeres y hombres que se dedican a comercializar dichas creaciones. 
 
La mayoría de personas que trabajan en el arte, no han tenido muchas oportunidades económicas en la vida, sino que, por el contrario, han  optado por ocuparse con mucho esfuerzo y dedicación, enfrentando a su vez los difíciles golpes inesperados que el devenir les ha traído. Aun así, le han hecho frente a las situaciones y han logrado ser un ejemplo para la sociedad, principalmente para sus familias, gracias a sus esfuerzos en pos de darse a conocer y extender su talento a otras personas.  
 

Desde años remotos el hombre ha desarrollado incontables trabajos artísticos basados en la imaginación y en los diferentes recursos que ha tenido a su mano.

Artesanos de Girardot y sus historias

POR:  
 
 
Stephanie Brigitte Mayorga Artunduaga
 
Sara Stefany Dávila Castañeda
 

"Pirry", un artista de pueblo

"Ir a Europa fue complicado, pero en esos momentos le puse sentimiento".

“Pirry” es un personaje reconocido en el Carmen de Apicalá, donde no solo lleva viviendo 30 años, sino porque desde muy pequeño lo visitaba, puesto que su familia residía allí y son los fundadores del mismo. Y quienes también edificaron la Iglesia y son nombrados en el himno local; Cucho Méndez, Camilo y Alfonso  papá. 
 

PASIONES DESDE NIÑO

 

“Pirry”, gran personaje del municipio, reconocido y familiarizado con todos los habitantes, es un protagonista curioso e interesante, pese a su apariencia física. Una férrea personalidad, se guarece bajo sus vestidos sucios y salpicados de pintura, que define la historia de este bogotano, quien prefirió este pequeño municipio y no volver a las calles frías de la Capital de la República, como él la llama. Por su dedicación y buen trabajo en la pintura, los habitantes del pueblo lo  tienen presente para que realice diversos trabajos. 

 

Es así, como este personaje que vive en un mundo en el que sobresale la pintura, de la cual saca su sustento diario y lo que no ha de faltarle, su cerveza y cigarrillo. Tiene gratos recuerdos sobre su vida y estudios; como evoca, entre risas burlonas: “Estudié en la Universidad de la Sabana, Bellas Artes. Allá me expulsaron, felizmente (ja ja ja); pero eso no fue  impedimento para que yo siguiera amando mi carrera” (sic). 

SU VIDA EN EUROPA

 

Luego de que lo expulsaron “tuve la oportunidad de ir a Europa y estudiar en la universidad de francia esto sucedió en 1971. Después mi padre me dijo que me buscara un viaje para Europa así lo hice” (sic). Con algunos dólares logró llegar a Francia, donde  empezó lavando papas. “No fue un viaje fácil”, expresó entre dientes: “Ir a Europa no es ir a Melgar o Girardot. Es una cuestión que solo se da una vez en la vida. Le puse sentimiento a cada casa que hacía y desde allí se me fue grabando el francés” (sic).
 
 
Francia siendo el mayor productor de uva, fue el lugar donde habitó durante dos años de su vida. No solo pasaba sus días estudiando, debía empezar a trabajar para poder sobrevivir. Es así, como recorrió parte importante de Europa, trabajando en restaurantes, pelando papas, hasta llegar a los campos vitivinícolas, en plena época de la vendimia. Además, visitó países, anhelados desde pequeño. Siendo fanático de la plástica, pensó en especializarse en pintura mural, puesto que era lo que le gustaba y su familia lo apoyaba. 
 
 
A los 30 años ya tenía una vida conocida. “Fui consumidor de “coca”, lo que me ocasionó la pérdida del olfato. Por esa razón, me fui desprendiendo de mi familia y ellos fueron perdiendo el interés en mí”. Cuando estuvo en Europa, dio gracias a Dios, porque conoció un mundo totalmente diferente, “allí no tenía a nadie más que a mí; entonces, aproveché el tiempo para aprender francés, un poco de alemán y spanglish, ya que en ese momento solo pensaba en seguir recorriendo el mundo” (sic). 
 
 
“Pirry” como llaman en el Carmen de Apicalá a Jesús Humberto Segura, es conocido por sus trabajos en pinturas, avisos y murales. Se le ve caminando días enteros por las calles, sus “pintas” como las llama: pantaloneta de jean y camiseta, su bolso en cuero chispeado de pintura y en él su herramienta de trabajo. Tiene un aspecto que a varios desagrada, su cabello largo y sucio, una barba desaliñada y uñas pobladas de mugre.
VIDA PERSONAL
 
 
En su récord amoroso ha tenido varias mujeres, “bueno ‘mozas´, así las llamo. Claro que tuve una esposa al regreso de mi viaje de Europa, con ella tuve dos hijas, las cuales viven en los Estados Unidos. Pero mucho antes cuando era ‘chino’, tenía apenas 18 años y vivía en el barrio Santa Isabel de Bogotá, mantuve una relación de un año con la empleada del servicio, que tenía 17 años. Yo me acostaba con ella… es que era ‘cuca’ la vieja. 
 
 
Fue así como llegó al Carmen de Apicalá, donde tiene amigos y familia, quienes lo han ayudado, como él mismo reconoce: “Estoy en el pueblo porque es mejor malo conocido que bueno por conocer”. Este pueblo le ha dado todo lo que tiene, en cuanto a experiencias vividas. Los lugareños lo tienen en cuenta para hacer los trabajos en las casas, en donde él cobra a cambio de una cerveza y un cigarrillo; aunque en ocasiones le dan dinero.
 
 
No solo lo buscan los mismos coterráneos, también solicitan sus servicios moradores de los condominios aledaños, tanto para contratarlo por su trabajo, sino también para que les sirva de traductor a turistas extranjeros. “Pirry” sin haber terminado sus estudios no se siente mal; al contrario, escogió la vida que lleva. Siendo de una familia adinerada, jamás pidió un peso, y vive tranquilo después de haberse separado de su familia y no necesitar nada de ellos. 
 
 
 
Vive actualmente en una carpintería, cuyo dueño es Darío, “la persona más amable que conozco. Me dio entrada en su casa, cuando llegué a este pueblo. Lo conocí  y lo considero como un tío, eso es él para mí. En su casa me baño, me dan comida, guardo y lavo mi ropa; además, de dormir ahí. Claro que no puedo mentir, en este pueblo he pasado hasta quince días sin probar bocado, como otros días en los que la comida no me hace falta” (sic).   
 
 
 
POR:  
 
Martha Urquijo
Caterine Ramírez 
 

El arte es mi vida

.Martha Urquijo y Caterine Ramírez en entrevista con Pirry.
Caricatura por:  Caterine Ramírez 
 Pirry y sus anécdotas con la cerveza.

Se levanta Villa Carolina

Girardot tiene casas con qué

El pasado 29 de abril, bajo el ardiente sol de la “Ciudad de las Acacias”, se celebró la entrega de las tan esperadas casas de interés prioritario. Aproximadamente, mil personas, entre exclamaciones y canticos, se reunieron  en la primera etapa de Villa Carolina, incluso se escucharon algunos susurros de inconformismo y voces quejosas, que dudaban de la calidad y pertinencia del proyecto, pese a encontrarse en los mismos terrenos que el gobierno dispuso, para cubrir las necesidades de familias damnificadas. 

 

Ingenieros, asistentes, beneficiarios, periodistas y  uno que otro político hicieron presencia en el acto protocolario. Mientras en el cielo completamente libre de nubes sobrevolaba a baja altura, un jet Hawker 700: no se necesitaba ser experto para presentir que en él se acercaba el vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, el mismo que meses antes impulsó el proyecto de bienestar social con gran interés y que muchos cuestionaron, ya que en el primer gobierno del actual presidente Santos, algunos contradictores se oponían a este propósito de un millón de viviendas totalmente gratuitas, porque las veían imposible. Este evento rompió esquemas demostrando que los opositores y politiqueros estaban equivocados.  

 

En ese instante hace presencia Marcos Pedreros, un hombre de ochenta años, solitario, decrépito y con una última esperanza en la vida, tener su propia casa: uno de los tantos afectados de las pasadas olas invernales, quien muy amablemente le hace saber a sus cercanos que ha sido beneficiario del plan. Él mismo podrá por fin mudarse de la casa en la que ha vivido por más de 40 años. Comenta cómo en su juventud malgastó el dinero ganado como chofer de la extinta embotelladora de Bavaria, en Girardot, y cómo sus otras acciones de joven le impidieron cambiar de morada; pero que por fin logrará terminar mejor sus días, quizás todavía portando un sombrero y las grandes gafas de sol que lució para la ocasión. 

 

Pedreros ya quería conocer a sus nuevos vecinos. Fue cuando enfiló su mirada hacia una tierna señora de rojo. Se conocieron y con gentileza rompieron el hielo, pese a la timidez de ancianos. Chocaron el sentimentalismo, nostalgia y a la vez una alegría constante de que su ilusión se ha vuelto realidad. Nora González le comentó, cómo pensaba mudarse junto con toda su familia, nietos e hija. 

 

Mientras tanto, la jefe de Planeación, Marcela Herrera, informo que “se hará entrega de 108 viviendas y diez de la segunda etapa en el nuevo barrio Villa Carolina, en Pozo Azul. Urbanización para aquellas familias que sufrieron pérdida total en la creciente de los ríos Magdalena y Bogotá, entre los años 2010 y 2011. Esto se realizó para beneficio y mejoramiento de la calidad de vida de los girardoteños afectados” (sic).

 

Por otra parte, el arquitecto encargado del proyecto,  Iván  Alvarado, constató que se tienen unas 236 casas disponibles para las familias damnificadas en la referida ola invernal y un lote de siete hectáreas conseguido por la Alcaldía para hacerlas en un lugar estable” (sic). Caso que cobija a personas como Marcos,  Nora y  Martha Ruth –quien es una desplazada que busca poder sumarse a la iniciativa y que lastimosamente no logró inscribirse a tiempo para las casas de Pozo Azul– y que se espera que más subprivilegiados puedan integrarse a los siguientes  planes de ayuda, propuestos por el Estado. 

 

Conforme el tiempo pasaba y el sol se hacía cada vez más abrasante, la gente se tornaba inquieta. Por el recinto repleto de personas vestidas de varios colores, se paseaba un anciano, luciendo una sonrisa  tranquila y un sombrero que mostraba su pasión patriótica. De repente, un nutrido convoy de camionetas blindadas irrumpió en el lugar, realizando formaciones defensivas y desplegando un sinfín  de hombres armados hasta los dientes. Se trataba del vicepresidente Vargas Lleras y de su comitiva de seguridad, quien había cambiado su jet, por una pesada pero potente Toyota Prado de color gris. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En ese momento el segundo hombre más importante de la nación se dirigió a una de las casas; la evaluó junto al arquitecto Alvarado, confirmando que todo estuviese en su debido orden y, sin más detalle, aunque en medio del intenso ajetreo se dirigió hacia el podio, realizando un gesto descriptivo con ambas manos en forma de una “casita”, casi como si se tratase de un juego para niños, lo que animó a todos los presentes y le ayudaba a alistarse para enumerar los planes que prepara en pro de la región.

 

Con la misma rapidez con la que llegó, emprendió su trayecto hacia el  auditorio de la universidad Piloto de Colombia, a donde fue para poner su firma y comenzar así el proyecto del Gran Malecón para Girardot, sin dejar de mencionar los futuros planes de casas que cuentan con la ayuda del gobierno, como los subsidios de “Mi casa ya” para personas desplazadas y de bajos recursos, porque se vio muy interesada la mencionada Martha Ruth, a quien se le podía notar cómo le brillaba la mirada al oír que el gobierno le ayudará a financiar su próxima casa, con cuotas inferiores a las de un arriendo regular.

 

Súbitamente, el dignatario de estado, se dirigió hacia una salida ubicada al costado del recinto, en donde los periodistas de Giro en U, lo esperaban con una serie de preguntas, y posteriormente se vieron acompañados por la rama de periodistas asistentes al evento, cuestionamientos  a los que Vargas Lleras respondió, en primer lugar, mostrando ser un impulsador de la región del Alto Magdalena,  a través de las referidas estrategias de infraestructura se están realizando también a lo largo y ancho del país, y rápidamente se embarcó de nuevo a su caravana de seguridad junto al alcalde de Girardot  Así se desarrolló una apurada y acalorada jornada, en la que se vio sudor y lágrimas, y de la que se aguarda que el Gobierno Nacional demuestre estar comprometido con Girardot.

 

 

 

Por:

 

Wílmer Enrique Piramanrique Camacho

Martín Felipe León Ávila

Óscar Steven Arias Navarro

Fotografrìa: Martín León

¿Hasta dónde es factible vivir del arte?

Las nuevas ciudades demandan de los gobiernos municipales un compromiso por mantener una economía apropiada para la inversión y el espacio público aprovechable. Es fundamental para una cara amable de la urbe, que ya no quiere albergar personas en la calle, sino grandes establecimientos con aire acondicionado y agradables exposiciones en vidrieras para estimular el deseo de comprar compulsivamente -en algunos casos–. 

 

El espacio público ya no es un tema que preocupe a ingenieros o arquitectos solamente, porque dentro de la concepción de las ciencias humanas se configura como punto de encuentro: lugares abiertos que en el día se ilumina con el sol; pero en la noche pueden ser peligrosos porque los habitantes de la calle se apropian de él, reclamándolo como suyo. También, constituye sitios como para no olvidar las viejas tradiciones que nos hacen sentir únicos y autóctonos, recordando que antes las cosas se hacían a mano. 

 

Girardot es turística y cada día se convierte en puerto de nuevos visitantes. Cuenta con restaurantes, algunas zonas recreativas como parques y grandes superficies comerciales, ahora encabezadas por Unicentro y Home Center, como las piedras angulares de la gestión de la actual Alcaldía, que se jacta de decir que “ha traído el progreso para la ciudad”. En la Plaza de Bolívar frente a la Catedral, existen unos vendedores que se conocen como “hippies” y han estado allí por más de dos décadas viviendo de su arte: las artesanías que fabrican para vender a los turistas y lugareños en un área muy concurrida por personas que buscan pasar un buen rato y ven en la “Ciudad de las Acacias” un destino de veraneo. 

 

Para quienes hemos crecido en Girardot sabemos que algo tradicional en el parque principal son las artesanías, y cómo no recordar a la única mujer que todos los días, sin falta después de las dos de la tarde, expone sus obras de arte hechas a mano, con materiales naturales y de los más llamativos colores, que buscan ser un recordatorio apropiado para obsequiar.

 

Su nombre es María Luisa Peña y lleva 24 años en la plazoleta vendiendo sus productos, porque desde niña siempre le llamó la atención “todo lo trabajado a mano, collares pulseras, aretes, trenzas, bolsos, arreglos…”. Siempre vio como seres libres a aquellos que se dedicaban al comercio y a una vida gitana. 

 

 

 

 

Sin embargo, al buscar en nuestro entorno algún objeto que haya sido hecho a mano, posiblemente nos genere dificultad para encontrarlo, porque la producción en cadena es necesaria para poder cubrir la demanda de productos que requiere la sociedad de consumo, en la que estamos sumergidos. No hay tiempo para fabricar a mano y vivir del arte es cada vez más difícil. “Si no tiene uno qué vender pues no come (…). La necesidad lo hace a uno salir y el amor por el arte es lo que me gusta” (sic). 

 

Ella conoce perfectamente el movimiento de la ciudad, sus épocas de prosperidad y sus tiempos difíciles, pues asegura que en algunos meses del año no logra vender nada y su sustento se ve afectado porque es lo que ella hace para ganarse la vida. “Estamos frente a ellos (la Alcaldía) y todos los días nos ven, pero como tienen lo que necesitan” (sic), son sus palabras de reclamo para indicar la desatención del Gobierno Municipal y remata: “Nosotros somos empíricos y no tenemos ningún apoyo” (sic), añadió Peña. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Luís Alfonso Herrera, artesano de Girardot.

Foto tomada por: Mónica Rozo

 

 

Como compañero de lucha conocimos también a Luis Alfonso Herrera, artesano por más de 40 años quien recuerda aún cuando las sandalias romanas y egipcias se fabricaban con llantas de autos, porque en ese tiempo eran hechas de un material más angosto. Nos contó también que ha visitado muchas ciudades gracias a su arte, y que hace 16 años se radicó de nuevo en Girardot y recalca con tristeza: “Ahora la artesanía se ha esfumado, ya no se tiene la tradición. Ahora todo es con maquinaria”

 

Para algunos habitantes, la solución radica en que deberían ser reubicados en lugares como los márgenes de la carrilera o piensan que la Alcaldía debería prestarles especial atención como transmisores de la cultura local, como se consideran. Al ver sus espíritus jóvenes, atrapados en cuerpos adultos, quedan preguntas por hacer: ¿Hasta dónde es factible vivir del arte? y ¿cómo ayuda la Alcaldía a estos artesanos?, si los encargados del espacio público amenazan con despojarlos de sus mercancías al más mínimo desacato. Pues ‘de aire no se vive’ y tal vez estos aventureros estén en vía de extinción. 

 

Por:

 

Mónica Andrea Rozo Corchuelo

Ángela María Bermúdez Vélez

Ana Paola Herrera Buelvas 

Puesto de artesanías de María Luisa Peña.

Foto tomada por: Ángela Bermúdez

Fraude en la universidad 
Sin dinero ni respuestas 
La perplejidad  con que quedaron los estudiantes de Trabajo Social de la Corporación Universitaria Minuto de Dios, luego de que en 2014, uno de sus maestros desapareciera con los fondos  recaudados por todos para una salida pedagógica.
 
 
El 9 de abril de 2014, Daniela Bautista, junto con sus compañeros de Trabajo Social, reunían dinero para pagar una cuota pactada semanas antes por el docente de ese entonces, Iván Mauricio Gamboa Hernández, para una salida pedagógica al municipio de San Agustín, Huila.  La alumna, cursaba tercer semestre y recibía clases con el profesor de Sociología y Antropología. Él propuso a sus estudiantes de ambas jornadas, una actividad pedagógica extramural, con la excusa de llevarlos a visitar el parque arqueológico, que fue declarado patrimonio de la humanidad en 1995,  y en donde encontrarían diversos vestigios de la desaparecida civilización indígena.
 
 
 Emocionados por la salida, que se llevaría a cabo a finales de mayo y tendría un valor total de cien mil pesos, depositaron  su confianza en el docente y entregaron abonos, no menores a veinte mil pesos, sin firmar ningún tipo de documento. Él les aseguró que la universidad tenía conocimiento de la iniciativa y que asumirían el precio del transporte de cada alumno, a modo de apoyo, y el monto estipulado sería destinado para pagar el hospedaje y la alimentación. 
 
 
En su afán por recoger efectivo, el educador sugirió que los alumnos enviaran el dinero por correspondencia durante  Semana Santa, con el pretexto de reservar un hotel con varias semanas de anticipación. Días después, el profesor llegó a su clase, como era habitual, e informo a la clase que las directivas se habían retractado de su ayuda y que ellos tendrían que adicionar al monto inicial otros cien mil pesos para el traslado. Los estudiantes rechazaron la propuesta y pidieron de vuelta la suma, que algunos ya habían pagado en su totalidad. 
 
Pero, lo que los estudiantes menos esperaban, ocurrió. Después de la respuesta negativa que obtuvo por parte de ellos, al negarse a entregar más dinero, el docente Gamboa, no volvió a las clases siguientes, y no fue visto más en el campus. Ahí  empezó la incertidumbre de los alumnos, tanto por su dinero, como por sus notas, puesto que como ya no iban a tener la salida, exigían que el profesor devolviera todo lo más pronto posible. Pero nunca se imaginaron de lo que se enterarían después. 
 

Del profesor ejemplar, al más buscado

 

Antes de lo sucedido, Iván Gamboa era considerado por el alumnado, como uno de los mejores docentes del programa. Por su actitud espontánea, abierta y amigable. Hoy piensan que se trata de una actitud  fingida para ganarse la confianza de sus potenciales víctimas. Daniela, acompañada de más compañeros, fue en busca de la coordinadora de su programa, Janeth Galarza, quien  les aseguró que la Universidad no tenía ningún aviso de la salida y que se  contactaría con él. Los días siguientes, el profesor, por medio de un grupo        creado en la red social Facebook, citó varias veces a los estudiantes de ambas jornadas, en la sede principal de la Uniminuto pero no cumplió con ninguna. Hasta llegar el día en que dejo de comunicarse, desapareciendo por completo.
 
La coordinadora volvió a ponerse al frente de la situación y prometió que la universidad respondería por el dinero. Algunos decidieron entablar la denuncia ante la Fiscalía, a pesar de no tener documentos como prueba, llevándose una sorpresa aún mayor. Uno de ellos, “José” (como lo llamaremos para proteger su identidad) nos mostró el documento que decía que Iván Gamboa tenía una investigación abierta desde el 4 de junio de 2012, por falsedad en documento privado, en un juzgado de Ibagué, mientras trabajaba como docente en la Universidad del Tolima.
Aunque algunos educadores y coordinadores del mismo y otros programas aseguran que el episodio es un caso aislado en la Universidad, estudiantes como Daniela concluyeron que la responsabilidad recaía en la institución, puesto que es ella la encargada de la contratación de profesores. Andrés Olivar, docente de Trabajo Social, ve como medida preventiva una mayor rigurosidad en las pruebas psicotécnicas, que deben realizarse a los postulados para obtener el trabajo. Como dato adicional, encontramos por medio de “Mario” (llamado así por petición de la fuente) que estudió hace diez años en la Uniminuto y que también fue alumno de Iván Gamboa, que el educador salió de allá hacia 2003, en medio de un escándalo similar. Y, sin embargo, volvió a dictar clases después de diez años ausente, desde  2013.
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

 

 

 

 

              Foto de contexto, Estudiantes de Trabajo Social 

                        Foto tomada por: Ángely Gutiérrez 

 

 

Aunque algunos educadores y coordinadores del mismo y otros programas aseguran que el episodio es un caso aislado en la Universidad, estudiantes como Daniela concluyeron que la responsabilidad recaía en la institución, puesto que es ella la encargada de la contratación de profesores. Andrés Olivar, docente de Trabajo Social, ve como medida preventiva una mayor rigurosidad en las pruebas psicotécnicas, que deben realizarse a los postulados para obtener el trabajo. Como dato adicional, encontramos por medio de “Mario” (llamado así por petición de la fuente) que estudió hace diez años en la Uniminuto y que también fue alumno de Iván Gamboa, que el educador salió de allá hacia 2003, en medio de un escándalo similar. Y, sin embargo, volvió a dictar clases después de diez años ausente, desde  2013.
 
 
Error sin culpable
 
 
El estudiantado afectado  señala a la universidad por su irresponsabilidad, al contratar  docentes sin revisar sus antecedentes y  pasado judicial, dejándolo expuesto a personas desconocidas. Las instancias oficiales, por su parte, no dan respuesta y acusan solamente al profesor. Sin embargo, después de varias semanas de rumores e incógnitas, las directivas concluyeron que el dinero sería devuelto al estudiante por medio de otra salida pedagógica, esta vez, a la Catedral de Sal, en Zipaquirá,  que solo se llevó a cabo hasta el 7 de noviembre de 2014, mientras Daniela Bautista cursaba  cuarto semestre.
 
 
 
Hoy en día, recuerda lo sucedido con cierto sabor amargo, cuya expresión en el rostro es de indignación y refleja algo de inquietud mientras cuenta lo sucedido. Sin embargo, otros como “José” y “Mario”,  prefieren mantener en el anonimato, por miedo a reacciones de terceros, solo por  el hecho de hablar sobre el caso de Iván Gamboa: suceso que en la universidad, no es más que un secreto a voces y un tema que pocos se atreven a tocar. 

 

Por:

 

Ángely Gutiérrez

Luisa Rodríguez

Angélica Valdés 

Quince años de amor, dedicación y arduo trabajo 
Un sueño con responsabilidad social
Los animales domésticos son seres indefensos que necesitan de los humanos para sobrevivir. ADAG es una asociación  que asume con dedicación y amor los cuidados de las mascotas abandonadas,  ofreciéndoles un lugar digno en dónde vivir.
 
 
 
El 27 de marzo de 2000, una mujer de estatura media, piel trigueña y corazón noble logró dar el primer paso para lo que sería el albergue y hogar de seres indefensos, en donde encontrarían un espacio protector. Clara Urueña, de aproximadamente 50 años, carácter fuerte y con vocación para ayudar a los que no tienen voz, no le teme a las adversidades que se le presentan en el camino, cuando de defender a los suyos se trata.  
 
 
 
Descubrió  su vocación un día cualquiera de 1998, cuando presenció la extrema delgadez de una perra de raza bóxer, que estaba en manos de un habitante de la calle. En ese momento, sintió el impulso de rescatar a este ser que, sin duda, necesitaba ciertos cuidados. Sin miedo alguno, decidió acercarse al habitante de la calle para ofrecerle  dinero a cambio del animal  y fue justo ahí, cuando  comprendió que Girardot necesitaba un lugar para amparar a los animales abandonados.
 
El comienzo de ADAG
 
 
La Asociación Defensora de Animales Girardot (ADAG) inició su labor en un  lote ubicado en el barrio La Esperanza Norte, de Girardot, donde acogieron  aproximadamente a 90 animales entre gatos y perros. En este lugar funcionaron doce años,  hasta que hacia 2012, en vista de que iban a ser desalojados, Clara Urueña recibió la ayuda de tres señoras de estrato alto, quienes decidieron donar dos lotes en el  mismo sector. Desde ese momento han cumplido su labor allí. Las instalaciones  cuentan con un espacio amplio, modesto, pero digno, en el que dispone de refugio  actualmente para 140 animales.
 
Animal Planet es un reconocido canal internacional que se interesó en la labor que cumple Urueña en Girardot y sus alrededores, emitiendo un documental acerca de su misión. Debido a ello, todas las miradas se volcaron hacia aquella fundación que hasta hace algún tiempo había estado en el olvido. El especial realizado por el canal temático estadounidense le confinó  la oportunidad a estos animales, de que no solo la comunidad local, sino también la extranjera, se interesaran en brindar su apoyo.
 
La entidad  se sostiene gracias al patrocinio de personas nobles y caritativas que aportan alimentos, medicamentos y en algunos casos, dinero. También cuenta con el servicio de voluntarios, que ofrecen su tiempo y mano de obra. Un caso particular es el de Katherine Forero, quien hace dos años viene trabajando en el refugio, cumpliendo oficios como alimentar a los animales y  limpiar su hábitat. Ella asegura, que la  falta de  dinero no es un impedimento para brindar ayuda a estos fieles amigos.
 
 
Luz Dary Molina, auxiliar de la fundación, que trabaja desde hace un año con Clarita, como la llama ella, vive en el refugio con sus cinco hijos y es la encargada del cuidado permanente de los animales.  Molina llegó por casualidad al albergue, en su afán de encontrar un sitio en dónde vivir y hacer lo que más le gusta, gracias a que una amiga le contó del lugar que ella tanto estaba buscando. Desde el 27 de abril de 2014,  hace parte del equipo de trabajo de ADAG. 
Compromiso misional
 
 
Esta institución tiene dos objetivos: el primero es concienciar a las personas acerca de la reproducción indiscriminada en los animales de compañía y, el segundo, es la adopción, en cuanto se recalca en ´no comprar´, debido a que muchos utilizan sus mascotas como máquinas de fabricar dinero.
 
 
El veterinario Augusto Mejía, lleva trabajando con ellos alrededor de ocho años, cumpliendo la labor de esterilizar a bajo precio  a los animales de las personas que se acercan a allí; de igual forma, presta servicio médico cuando se requiere. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
"los animales son mas que mascotas, son los amigos mas fieles" Clara Urueña
                                  Foto tomada de la Web 
 
Los animalistas son un punto a favor para la ADAG. Julián Huertas -quien es benefactor, voluntario y activista de la causa-  ha sido pieza importante para fomentar y apoyar diferentes proyectos, de la mano con la  asociación, en contra del maltrato animal, tales como la elaboración de peticiones para prohibir los circos con animales en la “Ciudad de las Acacias” y el impulso de diferentes campañas de adopción y seguimiento. Huertas, aseguró que “esto es una autogestión que se forma desde el hogar”.
 
 
Clara Urueña sin duda es una mujer soñadora y de armas tomar;  por ello avizora la fundación en cinco años con menos animales en la calle y sí en el  albergue, y con una comunidad más responsable capaz de sensibilizarse con el dolor de aquellos que con una simple mirada lo dicen todo. De esta manera, que la fundación cumpla con mayor facilidad y eficiencia la labor social que viene desempeñando, sin cejar, desde hace tres lustros
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
    En un mundo paralelo - Caricatura por Mayra Delgado
 
 
Por:
María José Arango
Mayra Delgado
Laura Galeano  
“Paseo de olla”, un clásico colombiano
 
 
Después de dos meses de la visita de las autoridades, allí estábamos nosotros; ya casi llegaba la hora meridiano, y el olor a sancocho distraía por segundos lo que queríamos confirmar.  Ya nos lo había dicho, Árlex Guío, vicepresidente de la Junta de Acción comunal “no hay ni siquiera un aviso que advierta la prohibición del arrojo de basuras, nunca se ve un policía chequeando la zona” (sic).  Estábamos ante una de las costumbres más antiguas y populares de nuestro país, el tradicional “paseo de olla”. Seguían llegando los grupos de personas y hacían su entrada  en “fila india” como  hormigas entrando  a su colonia.  De sus manos colgaban platos desechables, botellas plásticas de gaseosa, cartones de aguardiente, paquetes de papas, etc.  Allí lo único que importa es “pasarla bueno”; se come, bebe, ríe, canta; hay espacio hasta para fumarse un porro” sin que nadie diga nada. Si se quiere también, mientras hierve la sopa, puede aprovechar y lavar su vehículo sin ser multado. 
 
Una ley que no se ejecuta, es como si no existiera
 
Según Giselle Fernanda Ávila, inspectora Municipal, existe un proyecto de acuerdo aprobado en junio de 2013 por el Concejo de este municipio, por medio del cual   se creó la figura del Comparendo Ambiental. “Todo aquel que arroje basuras en este sector se le impondrá una sanción por afectar el medio ambiente y la salud pública”, así nos lo manifestó la funcionaria al día siguiente de nuestra visita de campo.  Nos enteramos que existe una herramienta jurídica que prohíbe realizar dichas conductas inconscientes y que sanciona a quien las realiza, pero no entendemos por qué la problemática aún está vigente. 
 
 
El Cuerpo de Bomberos Voluntarios también ha realizado  intervenciones interinas para coadyuvar en esta situación incierta. La subcomandante, Leidy Tarazona  expresó que  “nuestra unidad, y  algunos estudiantes que están prestando el servicio social en el Colegio, hemos efectuado diferentes campañas de prevención, señalización y recolección de basura alrededor de la quebrada”.  Lo único cierto, es que mientras  las autoridades no toman medidas al respecto, empezando por la  socialización masiva  del comparendo ambiental; “La Puná”, seguirá luchando día a día contra la inconsciencia de habitantes y visitantes, quienes se han convertido en homicidas de una gran alternativa de turismo sostenible. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
por: 
Adriana Sánchez
Alberto Olivero 
 
 
 
 
“La Puná”: turismo o invasión
“En Agua de Dios, basurales a cielo abierto siguen contaminando la quebrada La Puná; un patrimonio natural de este pueblo cundinamarqués, que reclama la presencia de las autoridades”.
 
 
A tan solo tres kilómetros del municipio de Agua de Dios, por la vía que conduce al pueblo vecino de Tocaima, se encuentra  ubicada “La Puná”; una de las trece  veredas que rodean a la 'Ciudad de la Esperanza'.  Su principal característica es la quebrada que recibe el mismo nombre  y recorre  todo este tramo rural.  Durante décadas ha sido uno de los sitios favoritos por habitantes y turistas para ir de paseo, especialmente cuando las lluvias se ausentan . 
 
 
Elevaciones de peñascos, hacen parte de los diferentes arroyos que conforman la quebrada. Cada laguna tiene un nombre, asignado merced a su forma o algún hecho en particular allí sucedido.  “Ramírez” y “La Pisca” son los más frecuentados.  No hay fin de semana que alguno de estos arroyos no reciba la visita de grupos de amigos o familias,  que desde muy temprano  deciden salpicar  sus cuerpos  por esta agua dulce, aliviando el sofoco que causan las altas temperaturas. 

 

Eran  las 10:45 de la mañana del día sábado 25 de abril de 2015, cuando, a bordo de dos ruedas decidimos tomar rumbo al famoso pozo “La Pisca”.  Después de abandonar la carretera asfaltada, encontramos un panorama bastante lamentable; por un lado,  el mal estado de las vías, y por otro,  la cantidad de bolsas de basura que aparecen como lunares a cada costado  de la carretera arcillosa,  señal de  ausencia de las autoridades municipales.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Medidas temporales, sin soluciones radicales.
 
 
“Don José”, como lo llaman sus vecinos, tiene 53 años, lleva de los cuales tres  viviendo en “La Puná”, y a pesar que su vivienda se encuentra a tan solo 50 metros de la quebrada;  nunca se ha bañado en los charcos, porque dice que “este sitio se convirtió en un basurero” (sic). Mueve su cabeza, y con tono fuerte, manifiesta que “hace un par de meses recogimos sesenta y cuatro firmas, que respaldan  una  queja oficiada a la Administración local, en la que  manifestamos  nuestra  preocupación por el abandono en el que se encuentra la cuenca de la quebrada”.
 
 
Veinte días después de esta solicitud, delegados de la Corporación Autónoma Regional (CAR), funcionarios de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (UMATA) y los alumnos del grado undécimo del Colegio Salesiano Miguel Unia;  realizaron una brigada de limpieza por algunos arroyos.  Según 'Don José', la actividad no duro más de dos horas.  Las autoridades atendieron el llamado, recogieron grandes  cantidades de basura, pero con un gran desacierto;  no haber hecho participe en la jornada a la sociedad civil. 

Crear empresa es posible

 

TESSOFILMS es el resultado de la perseverancia y la dedicación

 

El emprendimiento, una herramienta para cumplir los sueños en la vida. 

Se escucha con frecuencia que aquellos que alcanzan las metas “están recogiendo frutos de lo que han cosechado a lo largo del camino”, como sí sus logros fueran un premio. El joven emprendedor Jorge Armando Perea, que a lo largo de su vida ha tenido pasión y  entrega por los medios audiovisuales, en  2009 creó su propia empresa, ‘TESSOFILMS’, una productora audiovisual especializada en diseño digital y animación 2D y 3D. Es así, como surge lo que hoy es una empresa productiva,  resultado de la perseverancia y la dedicación. 
 
Perea, en  2006, empezó a adquirir conocimientos gracias a tutoriales en ‘san Google’ –según lo expresa él- y después decidió estudiar en línea en ‘Digital Tutors’ (escuela española). Tomó la decisión de empezar a desempeñar múltiples trabajos como mesero y recreador; pero estos no solventaban el costo de sus estudios. Por tal razón, optó por  realizar cortometrajes con la finalidad de vender copias: fueron los  ‘primeros pasos’ para promocionar su talento, y paulatinamente  fue teniendo reconocimiento en el municipio por  trabajos de calidad.
 
Desde la esencia
 
María Balante, tía de Perea, quien  irradia sacrificio y esfuerzo -y caracterizada por su forma  expresarse, mirando siempre a los ojos-,  ha sido una mujer ‘batalladora , quien veló por Jorge desde que tenía tres años. Ella asegura que él siempre ha trazado metas en su vida y todas las ha cumplido. Con pocos recursos, se ha preocupado por aprender, esforzándose y queriendo ser el ‘número uno’ – manifiesta Balante entre suspiros. Aunque inicialmente  ella no le veía futuro a la empresa, siempre estuvo  a su lado apoyándolo en cada uno de sus sueños y proyectos. 
 
En su camino, Jorge se ha encontrado con más personas que creen en su talento y en su empresa. Es así como Alexandra Lozano, una amiga, se vinculó con  ‘TESSOFILMS’ desde hace  dos. Ella es una joven con dinamismo para  los medios, manifestó que él ha sido una persona que siempre se ha preocupado por apoyar y dar a conocer el talento local. Durante el  proceso de consolidación de la empresa, ha logrado que bastantes jóvenes aprendan de manejo de equipos, actuación, presentación, edición, etiqueta y glamour. 
 
 
Joven talentoso que apuesta por la  innovación
 
En el 2009, ‘Tessofilms’ se establece como empresa viable y sostenible. Gracias a personas que decidieron respaldar sus ideas ‘locas’ y darle ese empujón que lo dieron a conocer, no solo en Melgar, sino también en Bogotá. Al principio, como cualquier emprendimiento, tiene sus altibajos; pero la perseverancia y la compañía de Dios fueron su mayor motivación, pues nunca pensó en renunciar a su idea de negocio, toda vez que tenía muy en claro que la productora audiovisual en el municipio beneficiaría a otros jóvenes.
 
El  problema al que más se tuvo que enfrentar, fue  escepticismo de sus familiares, que no creían que lo audiovisual vendiera y generara considerables ingresos;   por el contrario  fue la razón que lo impulsó a seguir adelante, demostrándole a todos aquellos  que no dudaban  de su iniciativa que  efectivamente sí se puede y vale la pena soñar. Jorge dice deberle todo a las redes sociales y a la internet, pues ha logrado publicitarla nacional e internacionalmente..
 
Más personas se unen a la familia Tessofilms
 
Viviana Moscoso trabaja hace cuatro años con ‘Tessofilms’. ”Al principio todo era como una fantasía, que se fue haciendo realidad hasta formar la empresa seria”. A la hora de cobrar, no tenían  mucho conocimiento en ese tema, “pero hemos aprendido y madurado en el tema empresarial, divirtiéndonos con lo que nos  gusta hacer” -señala Moscoso-. Tuvimos un sueño de hacer un programa para televisión que hoy en día va para su tercera temporada, este es un magazín llamado ‘Fresh Cool’, esta vez se transmitirá por el canal regional Tv Bunde.
Tessofilms siempre se planteó como una productora con proyección social, razón que llevó a Liliana rubio en 2010 a ser parte del equipo de jóvenes talentosos, inquietos  y líderes, que escuchan y se dejan guiar para un bien común. Tessofilms no solo se dedica a producir videos, dado que desde 2012 hace alianzas con la fundación  ‘Teatro Colombia’ para promover el talento humano y de sus actores en las próximas producciones, que se esperan lleguen a concursar en festivales de cine y televisión.
 
Hoy en día trabajan con diferentes entidades, que los buscan por su creatividad e innovación, con comerciantes y preparan la tercera temporada del  magazín ‘Fresh Cool’. Este será emitido por la señal de Claro, donde promocionarán el comercio y el turismo en Melgar y alrededores;  tienen grandes expectativas y esperan volver a tener gran aceptación del público, ya que el programa permaneció un año fuera del aire por inconvenientes con el canal local que fue cerrado. 
 
El de Perea es un ejemplo de superación en el emprendedurismo. Actualmente, muchas personas como él se encuentran aspirando a crear su propia empresa, ante lo que el joven emprendedor asegura que nada es imposible. Desmintió teorías que rondan acerca de la falta de capital para invertir, dado que  ‘Tessofilms’ es un claro ejemplo de ello, tras surgir  gracias al trabajo en equipo y al tesón sostenido sin queja alguna.
 
Por: Brigitte Mayorga 
       Danny Cubillos 

Siendo alcalde brindó empleo a los profesionales y habitantes del municipio, a las madres cabeza de hogar las empleó en ESPUFLAN como aseadoras y barrenderas; además, como cocineras de los restaurantes escolares y comunitarios, llamándolas las ‘hormiguitas trabajadoras’ gracias al trabajo que realizaban diariamente. A otros les permitía laborar como prestadores de servicios. A los comerciantes y empresarios del municipio era a los que siempre tenía en cuenta para que participaran en licitaciones públicas, siempre estuvo primero el habitante e hijo del municipio.

 

 

Él siempre estaba pensando en el pueblo, “cuando conocí a Juan Antonio, me sentí muy respaldado, ya que me dio una oportunidad de trabajar en la plaza de toros para las primeras fiestas que él realizó como alcalde. Eso para mí fue muy especial, porque yo no tenía nada más qué hacer, sino estar en la calle haciendo cosas indebidas: enseñándome la importancia del trabajo y lo bien que se siente actuar con humildad y esfuerzo, sin hacerle daño a los demás” (sic), es lo que narra Jhon Jairo Díaz, habitante de Flandes e integrante de la Organización Villa Magdalena.

 

Su presente

 

En 2004, en uno de los pagos realizados a los prestadores de servicios de la Alcaldía, a un asesor se le olvidó hacer cuatro contratos de cuatro personas que estuvieron trabajando durante un mes, y Juan Antonio, respetando los derechos de una remuneración digna y adecuada, decidió reconocerles el trabajo a través de un acto administrativo, y que, por ende, autorizaba que se les pagara.

 

Por reivindicar tales derechos salariales mediante resolución y por no haber realizado un contrato, condujo a que entes judiciales le abrieran investigación, le siguieron audiencias de juicio y determinaron una responsabilidad judicial a Juan Antonio Suárez. No fue por malgastar recursos, no fue por dejar una obra sin terminar, no fue por prevaricato; sino por un acto de defensa de  derechos laborales, afín con su ideario sindicalista.

 

La sentencia

 

Cuando en 2005 inició el proceso en contra de Juan Antonio Suaréz, nunca se pensó que fuera a llegar a una sentencia. Diez años duró el proceso que pasó por la Fiscalía, el Juzgado penal del Espinal, el Tribunal administrativo de Ibagué y donde misteriosamente en la última instancia, la sala de casación de la Corte Suprema de Justicia, a tan sólo tres días de prescribir el proceso -es decir, quedar sin ningún efecto jurídico-, se tomó la decisión de confirmar la sentencia como lo había proferido el juez de El Espinal, condenando a Juan Antonio Suárez.

 

El amor por su pueblo lo tiene en la lucha

 

Ahora, lo que queda es seguir luchando para sacar adelante el municipio y defender los derechos de todos los ciudadanos. “Lo importante es que prevalezca una organización dispuesta a velar por los intereses del pueblo, dispuesta a trabajar por los más necesitados. Además, hay un pueblo que guarda una esperanza de que ese líder, como lo es Juan Antonio Suárez Montaño, vuelva a estar reunido con los hermanos y hermanas de Flandes” (sic). Concluyó Juan Pablo Suárez Medina.

 

Por: Lesly Vásquez 

        Arnold Ricaurte

Un líder social

 

Sentenciado por defender los derechos laborales

 

Trabajo que constituye una organización social y política con trece años de servicio.

 

 

“Ha llegado el momento de que el pueblo flamenco diga no más a los falsos testimonios y no se deje engañar más”, menciona Juan Pablo Suárez Medina, candidato a la Alcaldía de Flandes, mientras contó la historia de su de su padre Juan Antonio Suárez Montaño. 

 

Mirando el horizonte con una luz de esperanza, sigue luchando por la salida y recuperación de los recursos humanos que Juan Antonio constituyó. Desde la iniciativa para ser concejal del municipio participó en las elecciones del año 2001 cuando logró convertirse en presidente del Concejo. Ayudó al Consejo de Juventudes a tener un lugar de reunión, brindándoles un espacio en el recinto del Concejo Municipal: el alcalde de turno prohibió la presencia de estos jóvenes en el lugar, lo que generó la idea de conseguir y organizar un espacio que no solo fuera para encuentros de las nuevas generaciones, sino también, como punto de encuentro de todos los flamencos.

 

Villa Magdalena, un hogar para muchos

 

Villa Magdalena, como fue llamada la sede que desde ese momento, 2002, se convirtió en el segundo hogar para muchos flamencos; esa casa, donde, además, de ser el punto de concentración política, también, “se convirtió en el lugar donde encontrábamos a un padre que velaba y aún vela por nuestras necesidades; el lugar donde podemos llegar y encontrar en las mañanas un café y un pan, y en las tardes un almuerzo digno, como nos enseñó Juan Antonio”(sic), manifiesta Agustín Gutiérrez, habitante del municipio.

 

En la vida hay situaciones que nos enseñan lecciones que nunca olvidamos, pero en este caso “existe una persona que nos ha enseñado a servir y a trabajar humilde y honestamente por nuestra comunidad, por los más necesitados, por aquél que no tiene para un medicamento, por aquél que tiene más necesidades que uno mismo”, es lo que expresa José Monsalve, un joven que desde que tenía 17 años fue invitado a hacer parte del Consejo de Juventudes e integrado a la Organización Social Villa Magdalena, aprendiendo a trabajar para el pueblo.

 

Estrategias para un pueblo con desarrollo social

 

¿Ser alcalde y ayudar a su pueblo será posible? Nunca lo dudó. Para el periodo 2003 – 2005 fue electo como burgomaestre municipal, tras obtener la votación más alta en la historia del municipio y que aún no ha sido superada, confirmatoria toda la confianza que la población estaba depositando en él. Trabajando siempre por ver crecer el municipio, porque los más necesitados tuvieran satisfechas sus necesidades básicas y la oportunidad laboral en las únicas fuentes de empleo: la Alcaldía Municipal y la Empresa de Servicios Públicos de Flandes (ESPUFLAN), serían las instituciones públicas que mitigarían el desempleo.

Luego de la gran disposición de su padre por verla triunfar y ser feliz en lo que anhelaba ser,  La Universidad de la Sabana fue el destino elegido; allí estudiaría Comunicación Social y Periodismo, una carrera que podría abrirle las puertas a su mayor deseo en aquel entonces, proclamarse  como una gran escritora. “Albert Camus, célebre novelista francés ha sido y será mi gran ídolo en la literatura”, mencionaba con gran admiración.

 

Con el transcurrir de los semestres, el aprendizaje en diversos campos empezaba a ser la materia prima que requería para lograr ser partícipe como escritora en la sociedad y ejercer el periodismo ciudadano. Sus anhelos de ser escritora, quizás  pasaron a segundo plano,  era consciente de la dificultad de posicionarse en ese ámbito y diariamente con nostalgia mencionaba: “Las poesías de Pablo Neruda y las novelas de Camus quedarán  en mi corazón…”. En muchas ocasiones con sus compañeros de clase solía  relatar o leer en espacios libres aquellos escritos que estaban distantes de la realidad: encontrarse con ella a diario, demandaba realizar estas acciones.

 

El tiempo pasaba vertiginosamente y en un abrir y cerrar de ojos,  las prácticas profesionales llegaban  y, con ello, el ajetreo para encontrar un lugar donde realizarlas. Con 22 años,  los premios  a tanta dedicación y responsabilidad durante  la carrera universitaria dieron resultado posicionando a Vilma, como practicante de la emisora de Radio Melodía básica de Colombia. Al parecer todo marchaba bien, las oportunidades empezaban a brotar en distintos campos detectando el potencial de esta apuleña, que con tesón y esmero estaba logrando lo que se proponía.

 

 

Nace en la dificultad una nueva pasión

 

Por supuesto, en la vida no todo es felicidad, los obstáculos suelen aparecer tarde o temprano. Luego de su estancia en la universidad y posteriormente a graduarse con honores, vendrían situaciones que tendían  a salirse de control, ¿quizás?.  El “don” de enseñar cualquiera no lo tiene, la paciencia, dedicación y pedagogía son  factores básicos. Vilma empezó a sentir la necesidad de brindar conocimiento a quien más lo necesitara, es así que termina trabajando en la Caja de Vivienda Popular del Distrito como docente  -labor que realizó en Ciudad Bolívar, ubicada en el suroccidente de la capital del país-.

 

Las actividades sin ánimo de lucro traen consigo beneficio personal y emocional; todo esfuerzo tiene su recompensa, suelen decir. Nuestra protagonista empezaba a descubrirlo. “Enseñar es proyectar un futuro mejor para los infantes de nuestro bello país, es el mejor pago de todos”, afirma con una nostalgia que instaba a una  entreasomable lágrima  por derramar. Sin embargo, el sistema le exigía estabilidad económica, “de esta manera podría realizar lo que siempre anhelé: una vivienda propia”. Fueron tiempos difíciles; pero el incondicional apoyo de la familia siempre estuvo presente en cada peldaño escalado.

 

En muchas ocasiones, el cansancio se apoderaba de ella. Los gastos diarios empezaban a pasar factura; la escasez de dinero  le generaba un poco de preocupación. “En aquella época solía alimentarme del aprendizaje de mis muchachos, una risa bastaba para olvidarse de los problemas”, comenta con optimismo, “mejores tiempos llegarían a mediano y largo plazo… “. Después de culminar su experiencia en Bogotá, decidió volver  a su “pueblito amado y querido”  en busca de aportar todo el bagaje intelectual y de vivencias adquirido y de convertirse en una amiga de la población infantil, juvenil y adulta  en pro de aportarles aspectos positivos.

 

Las diversas circunstancias que en aquellos tiempos Vilma vivió, le enseñaron a ser una mujer osada desde temprana edad. Nada ni nadie la opacaría en el propósito de cumplir cada meta que se planteara y así fue. En la actualidad, goza de un hogar con esencia de familia; estudiantes por doquier aplauden su gran labor en la enseñanza, en la teoría y experiencias adquiridas en cuanto a comunicación y periodismo. “Que quede claro algo: “la mayor riqueza de los pueblos es su gente no; permitamos que se pierdan estas palabras y queden en el limbo…”.

 

Por: Karen Gil 

        Jhon Patiño

Es así como se identifica Vilma Villalba,  egresada de la facultad de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de la Sabana, ubicada en Bogotá D.C.  Oriunda de Apulo, Cundinamarca, municipio de la provincia del Tequendama, su sentido de pertenencia y aprendizaje  la ha llevado a alcanzar grandes logros en la vida; no obstante, las dificultades como en todo propósito surgen. El destino le guardaba numerosas sorpresas.

 

A temprana edad, la importancia de ayudar a la comunidad apuleña menos favorecida  surgía en ella como crece un árbol, anillo por anillo y empezaba a  arrojar  frutos a medida que iba pasando el tiempo. Uno de los más importantes factores de motivación ha sido su familia: “Nacer en la casa Villalba en la cual prevalecen  los valores, principios, objetividad y ayuda al prójimo es una bendición”, menciona Vilma, con notables gestos de amabilidad y agradecimiento; a lo que se sumó la ayuda  incondicional de su padre, José Dimas Villalba, comerciante del municipio y partícipe de obras que beneficiaban a la comunidad.

 

Descubriendo la vocación

 

Durante la niñez, empezó a notar su interés por las problemáticas locales; la falta de infraestructura educativa y los abortos por embarazos no deseados eran aspectos que le  generaban indignación. Cabe resaltar que “el sexo en los años setenta se consideraba como un tabú, a la vez el que machismo era bastante arraigado”(sic). En la escuela primaria aquellos temas jamás eran mencionados;  sin embargo, en ella prevalecía un espíritu líder. “Mi subconsciente solía decirme en repetidas ocasiones, es necesario proponer y ejecutar ideas…”. Claro está,  eran pensamientos un tanto singulares.

 

En una tarde de lectura surgió la motivación y la siguiente afirmación e interrogante apareció:“Me gustaría realizar una charla a los niños y jóvenes sobre educación sexual, ¿podría realizarla papá?- con gran intriga y anhelo de que fuere posible-, respondió: “Déjeme yo hablo con el cura párroco y con la doctora para las charlas”. Al escucharlo una gran emoción  e ilusión en su rostro apareció, al parecer era posible informar a infantes, adolescentes y  jóvenes esa temática que en televisión y radio destacaban: “Fue uno de mis primeros logros ayudando a mi pueblo; me sentía orgullosa”.

 

 

Emprende la vida universitaria

 

Los años transcurrían y la protagonista de la crónica iba creciendo tanto en conocimiento como en edad. Despedía los años setenta, dejando consigo recuerdos y grandiosos logros, no obstante, sería testigo de una de las épocas más bélicas de nuestro país. Los ochenta, trajeron consigo desazón e indignación, la patria vivía en vilo cada momento, y frente a ese panorama las oportunidades educativas eran limitadas, fuese por la violencia en el país o por falta de recursos económicos. Sin embargo, dice un viejo adagio, “quien persevera alcanza”, y Vilma lo tenía muy claro.

Identidad  familiar

 

Una vida al servicio de la comunidad

 

“Yo no sé de ningún gran hombre, excepto de aquellos que han prestado un gran servicio a la raza humana”: Voltaire.

 

 

La política es un tema que despierta toda clase de sentimientos, que en la mayoría de los casos lleva al extremo del apasionamiento, lo que se podría resumir en amores y odios. En épocas electorales se puede vivir de forma clara lo  expresado: amistades entrañables y con una camaradería única, como amistades que se necesitan para alcanzar el objetivo, es decir, por conveniencia; así como opositores y rivales que buscan la manera de mancillar, enlodar, deshonrar o desacreditar a sus contendores, utilizando estrategias que la mayoría de las veces no son muy honestas o éticas.

 

“Incursioné en la política como concejal en  2001 con muy buena votación y seguí en este cargo durante tres periodos. Después me desempeñé como Secretario de Educación, Desarrollo Social, Cultura, Turismo, Deporte, Recreación y Acción Social. En noviembre de 2010, recibí el cargo como Secretario de Agricultura y Medio Ambiente; todo esto para realizar un bagaje político-administrativo y prepararme tanto en la parte legislativa, como concejal, y en la parte administrativa, como funcionario público”(sic), manifestó Isaías Ávila Robledo, candidato a la Alcaldía de Ricaurte, para el periodo 2016 - 2019.

 

“Supe en carne propia las necesidades del municipio en el que hice gestión durante tres años y estuve en todos los programas sociales en la Secretaría de Educación y Desarrollo Social. Debido a que fui criado en una familia- cuya actividad económica eran los cultivos tradicionales como lo son el sorgo, el algodón y la sábila-, me enrolé en el sector de la agricultura, donde gestioné  proyectos de interés como la entrega de árboles frutales, creando semilleros en los pequeños cultivadores del municipio de Ricaurte” (sic), agregó Ávila.  

 

La vida política no es nada fácil, quienes deciden incursionar en este camino se pueden encontrar con aciertos y desaciertos que hacen que la carrera sea fructífera y duradera o tan corta, que puede llegar a ser un simple espejismo. “Aunque no ha sido nada fácil para Isaías, su empeño por trabajar para la comunidad y desarrollar proyectos sociales en pro de los más necesitados hace que su  recorrido en el escenario público, en este caso la política, sea generadora de excelentes resultados. No ha sido fácil, siempre existen tropiezos en el camino” (sic), expresó Mercedes Robledo, madre de Isaías.  

 

Pilatunas sociales

 

“Desde pequeño ha sido muy responsable y servicial; un buen hijo, cumplidor de sus deberes, tanto académicos como familiares. Recuerdo que cuando salió de bachiller, decidió prestar su servicio militar, y lo hizo en la Policía Nacional. Le gustaba participar en todas las actividades sociales, especialmente, en las que incluía a los ancianos. Un día, se fue con algunos compañeros a la finca de mi consuegro, llevándose a un grupo de personas de la tercera edad, allí los peluquearon, bañaron y alimentaron. Finalmente, les dio un paseo por la finca”(sic), agregó  Mercedes.

Liderazgo y vocación al servicio de la comunidad.

 

 

Trayectoria de Vida

 

De una tradición agrícola a la política

 

 

Su proceso político no sería satisfactorio sin el apoyo de su esposa Angélica Gutiérrez, quien no ahorra elogios: “son dieciocho años juntos, en los que creamos una linda familia, al lado de nuestros dos hermosos hijos; compartiendo los buenos y malos momentos. Su deseo de ayudar a los demás es contagioso; por eso, siempre lo apoyo en todos los proyectos que se le ocurren. Desde que incursionó en la política, trabajo de la mano con él. Creo en su gestión y en su entrega a la comunidad; simplemente, porque sé que le sobra honestidad y solidaridad”. 

 

La comunidad cree en Isaías Ávila  En cuanto a su carrera política, Ávila, aseveró que “el poder que se me otorgó al ser elegido concejal del municipio, lo empleé para hacer las veces de portavoz de mis coterráneos ante los diferentes entes gubernamentales locales, departamentales y nacionales. Esto me permitió dos cosas: conocer de primera mano las necesidades básicas de la población ricaurteña, como vivienda, alimentación, educación, trabajo, entre otras, y gestionar las ayudas para esos sectores más vulnerables, con el ánimo de mejorar la calidad de vida y satisfacer dichas necesidades” (sic). 

 

“Ha gestionado y llevado a buen término programas sociales como el mejoramiento de las viviendas, saneamiento básico y  la construcción de las misma; todo con el fin de disminuir los índices de hacinamiento, así como el déficit habitacional de la zona rural de Ricaurte, en donde muchas familias se vieron beneficiadas con la construcción de unidades sanitarias en sus viviendas. Muchos campesinos tuvieron la posibilidad de tener un baño y mejorar sus condiciones de higiene y salud” (sic), aseveró Milton Buitrago, amigo de Ávila.

 

“Como Secretario de Educación, Desarrollo Social, Cultura y Turismo, Acción Social, Deporte y Recreación del municipio de Ricaurte, tuve la oportunidad de interactuar con la mayoría de los habitantes-llámense ancianos, niños, jóvenes, mujeres, madres cabeza de hogar, campesinos, docentes y demás residentes-, donde coordiné y gestioné la consecución de recursos para financiar, entre otras cosas, ayudas para los jóvenes deportistas en natación, eventos sociales y entrega de ayudas a los adultos mayores, capacitaciones en diferentes áreas y el Programa de Atención Integral a la Primera Infancia” (sic), aseguró Ávila. 

 

En toda su gestión no podía quedar de lado la mujer. Gloria Sánchez, seguidora del candidato, manifestó que “busca siempre trabajar por la mujer campesina, ofreciendo alternativas en las que pueda generar ingresos económicos. Recuerdo que gestionó la entrega de especies menores con su respectivo suplemento alimenticio, ayuda que logró generar empleo y estabilidad económica a muchas familias de las diferentes veredas del municipio. En la actualidad podemos ver pequeñas granjas que día a día van creciendo gracias el impulso del Isaías Ávila” (sic). 

 

Aunque en el camino político hay mucho por hacer, Isaías Ávila ratificó que “se debe superar cada peldaño en la vida pública, política, personal y laboral; lo que me permite asegurar que me encuentro preparado ciento por ciento para liderar los recursos de la Administración, ya que he compartido estos programas sociales, palpando las necesidades de la comunidad y  desde allí que surgió la idea de lanzarme como candidato a la Alcaldía, ofreciendo mis conocimientos profesionales y experiencias en un trabajo social, que dan muestra de mi compromiso y deseo de generar el cambio para Ricaurte”(sic).

 

 

Por: Álixon Larrota

        Sandra Rubiano

  La voz de un aspirante a la Alcaldía de Girardot

 

 

Un día con Francisco Lozano, candidato de ̀corazón grande  ́

 

 

En época electoral, el itinerario  de un candidato es tan variable como las  decisiones de los ciudadanos a la hora de elegir a sus mandatarios.

 

 

Desde que José Francisco Lozano Sierra  emprendió un  extenuante camino hacia la Alcaldía de Girardot sus días no son los mismos, ahora transcurren entre visitas, multitudes y ovaciones. Nació el 7 de enero de 1965 en Girardot-Cundinamarca donde cursó sus años escolares, luego migró a la capital para adelantar estudios en Administración de Empresas en la Universidad Libertadores, debido a las pocas oportunidades para  formarse  profesionalmente  en aquel momento.

 

Nunca antes había estado vinculado  a la política. Ni por su cabeza había pasado la idea de ser Alcalde, pero la desigualdad social, la pobre oferta de carreras universitarias y ver a su ciudad inmóvil sin avance ni progreso, fue lo que lo motivó a postularse a la Alcaldía bajo el amparo del partido Centro Democrático. Desde que dio a conocer su candidatura ha tenido el apoyo incesante de amigos, familiares y, en especial, el de su esposa.

 

Al preguntarle a Francisco cómo es un día en su vida, él responde: “Me despierto, alisto a nuestro bebé para llevarlo a su jardín; luego voy al trabajo donde desarrollo labores sociales. Es un día corriente, como el de  cualquier ciudadano”. Cuando habla de su bebé se refiere a su hijo Juan Esteban, fruto del matrimonio con Carolina Jiménez. Aunque asegura que su día es como el día de cualquier habitante en realidad no lo es,  pues  cada día representa un nuevo reto y un nuevo público por conquistar.

 

 

Sus labores sociales se remiten a la  visita  ̀puerta a puerta ́ que realiza a cada una de las familias de los  barrios de la ciudad, mostrando la imagen de amigo y vecino; de aquél que creció humildemente. El amigo del barrio que nunca se olvida de aquéllos que siempre estuvieron a su lado. Bajo el sol extenuante y de la mano de su esposa y de un equipo colaborador realizan un trabajo meramente  autónomo, impulsado por las convicciones que su ética profesional y su ser humanitario designan.

 

Los ciudadanos quieren un  candidato que  represente el sentir girardoteño, más allá de la búsqueda de un lucro personal,  como lo manifestó Leonor Moncaleano, residente de avanzada edad  del barrio La Esperanza  “El señor Francisco parece ser alguien maduro y eso es bueno, porque conoce los problemas de la ciudad por su experiencia, no como los  'niños' que llegan acá hablando de política” (sic). Quizás la edad reflejada en su ajada expresión es la que brinda un aire de certeza al discurso.

 

 

 

 

Al pasar las tres de la tarde, con mente, cuerpo y espíritu preparados para la maratónica sesión, Francisco asume un nuevo reto, el de abrirse a esta crónica. La timidez que enmarca su cara no es sinónimo de debilidad discursiva; por el contrario, se encuentra presto para cualquier reto que en el día pueda interponerse. La primera palabra que susurra es un “hola”,  adornado con una sonrisa cálida y serena; su atuendo del cual resaltan su poncho en hombro y  sombrero  aguadeño, impecables en cada uno de sus detalles, lo asemeja a la imagen popular y bucólica  del partido del expresidente Álvaro Uribe.

 

Sin embargo, este aire personal   ̀del pueblo y para el pueblo ́ no  únicamente lo define por estos días, él no ha creado una imagen o ha inventado un personaje, para su hermana y líder de campaña, Ana Lucía Lozano Sierra,  “él es un hombre que ha sido criado con una mano dura, una mano humilde. Es una persona dada a todo el mundo y sin ninguna exclusividad”(sic). La lealtad y el apoyo que brindan los familiares en procesos como estos revelan a los ciudadanos la perspectiva de  un gobierno sólido e incluyente. No obstante, se convierte en algo imposible para detractores y  escépticos separar lo estratégico de lo verídico.

 

Francisco sólo espera que estos días  de esfuerzo den resultado, que la imagen que ha logrado construir en su campaña permanezca en la memoria de los girardoteños y esto es algo de lo que su esposa Carolina Jiménez está segura, y no exclusivamente por ser su cónyuge sino porque es una ciudadana cansada de las administraciones pasadas, de las manos que han dirigido la ciudad. “El eslogan bajo el cual trabajamos en nuestro partido es   ̀Mano dura y corazón firme  ́ y es precisamente así como Francisco actuará. Actuando en contra de las irregularidades pasadas y llevando a Girardot hacia un progreso seguro (sic)”, aseguró Jiménez.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por el momento, José Francisco Lozano Sierra, aspirante a la Alcaldía de Girardot 2016-2019, confía plenamente en el poder del pueblo, en el poder que tienen para elegir quién los gobernará. Pero está seguro de que aún faltan muchos días  como los que ha vivido desde que empezó su campaña: días con la comunidad, días con su equipo, esfuerzo que espera se vea reflejado en los resultados de las próximas elecciones, cuando finalmente sabrá si su pueblo agradeció sus días de sol y  lucha.

 

 

 

Por: Jairo Carrillo

        Catalina Ricaurte

 

Nariño apuesta por el cambio

 

 Desarrollo social y autosostenible

 

Cuando se respetan los procesos, los cambios son notables

 

 

 

 

 

Desde que Las diferentes propuestas planteadas en vísperas de los próximos comicios  electorales del 25 de octubre, permitirán elegir las autoridades locales como gobernadores, alcaldes y concejales. Sin embargo,  hay quienes las ven como un espacio más para la  politiquería. Pero, otros no dejan de lado sus utopías y  divisan oportunidades de cambio, siempre y cuando los servidores públicos sean  personas que realmente conozcan y se preocupen por las necesidades de toda la comunidad; sin dejar de lado que el servidor público es quien le es útil a la ciudadanía no viceversa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En comunidades pequeñas como Nariño, Cundinamarca, no es difícil saber qué opinión hay respecto de las candidaturas de aquellos que se inscribieron  ante la Registraduría con su plan de gobierno. Gustavo Martínez Ramírez, oriundo de la población, es un ciudadano de a pie como cualquier otro. Según sus adeptos, él emite  confianza en sí mismo y en su pueblo, y ello se traduce en una posibilidad mayor para llegar a la Alcaldía local; por lo que de una u otra forma genera compromisos amplios para no defraudar la ciudadanía.

 

Don Gustavo, como lo llaman sus simpatizantes, se ha caracterizado por “ser una persona responsable, humilde y respetuosa. Él no lo piensa  dos veces para darle la mano a quien lo necesita; en especial, cuando son enfermedades o temas imprescindibles los que aquejan a la comunidad”, afirmó Olga Martínez, hermana del postulante. Además, resaltó que su progenitora  “siempre fue el motor para todo; ella hacía lo que estuviese a su alcance para brindarle el apoyo que se merecía (…). Gracias a ella es que hoy día, mi hermano es un hombre de bien”, dijo Martínez.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Formación académica y antecedentes políticos

 

Al principio, para su mamá fue duro sacarlo adelante a él y a sus hermanas. Gustavo estudió con gran esfuerzo y sacrificio, y logró culminar la primaria y el bachillerato. Luego, los sacrificios aumentaron cuando ingresó a la Universidad Piloto de Colombia, de donde se graduó como Administrador de Empresas. Superados esos  peldaños, continuó con su preparación académica y actualmente posee estudios correlacionados a su carrera, entre ellos, Contaduría y otra serie de cursos afines con su profesión.

 

 

 

 

 

 

 

 

Para determinados habitantes de Nariño, Martínez y su espíritu de liderazgo y lealtad, son incomparables. Más que ser el candidato a la Alcaldía por el Partido de la U, se ha convertido en el ‘candidato del pueblo’. Él es “un hombre sensato, sincero y trabajador (…). Puedo dar testimonio del gran ser humano que es, porque lo conozco desde que éramos un par de niños (…).  Eso le da un valor agregado” (sic), afirmó José Gustavo Ramírez, amigo de la familia.

 

Ahora bien, ¿quién y por qué se piensa que Gustavo Martínez puede ser un buen alcalde? Aun sabiendo que la política no se hereda ni se transmite, hay quienes plantean que  “los abuelos de él y los tíos fueron personas respetables de Nariño, eran políticos sanos y correctos (…).  Ninguno de los que los conocieron pueden tener queja de ellos; realmente, eran personas respetables”, exclama Ramírez, siendo de una u otra forma, garantía para brindarle su apoyo.  La historia está sujeta a repetirse, pues añade el mismo Ramírez: “Él, igual que sus antepasados es una persona que conoce las necesidades del pueblo (…). Un caballero total”  (sic).

Su candidatura

 

Gustavo Martínez se ha desempeñado en cargos públicos por más de catorce años. Según él, “la experiencia permite conocer cómo se mueven los municipios alrededor de departamentos y el Gobierno Nacional (…); ello posibilita el hecho de gestionar más recursos y garantizar una mayor cobertura” (sic). Sin embargo, su candidatura no fue impulsada por él, sino por amigos y familiares, quienes aseguran haberle visto potencial para aspirar al Gobierno Municipal. Sus propuestas van en busca del progreso del municipio, enfocados principalmente a la educación, cultura y, por supuesto, medio ambiente, que es uno de los factores más importantes a la hora de hablar de un desarrollo positivo y autosostenible. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El plan de gobierno radicado por Martínez ante la Registraduría Nacional el pasado 25 de julio, enfatiza  en el mejoramiento, adecuación y cobertura de servicios básicos como el acueducto y alcantarillado. Se espera “realizar la gestión pertinente para garantizar el servicio de agua al 100% de la población del área urbana y rural. Así mismo, modernizar la planta de tratamiento de agua potable e incentivar el buen uso de la misma, creando conciencia ambiental en los habitantes del pueblo” (sic), explicó el postulante Martínez.

 

No obstante, es menester  brindar  capacitaciones en aras de prever y cuidar el medio ambiente. Para Nelly Ducuara, habitante de la vereda La Reforma, en  Nariño – Cundinamarca, “se debe gestionar para hacer reforestación, incentivar no sólo a los niños sino a todos los habitantes del pueblo para que tengan cuidado del medio ambiente (…). En cuanto al tema de las basuras, también es importante que hagan la recolección por lo menos una vez por semana. La vereda no se puede descuidar” (sic).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En cuanto al sector turístico, se busca que el área de “Los Mangos”  avance y se proclame como autosostenible -en la medida de que sea un paraíso no únicamente para quienes vienen de fuera, sino también para los propios del sector-  en pro de ofrecer alternativas amigables con el medio ambiente; específicamente, con los nacederos de agua azufrada. Sandra Milena Másmela, secretaria de la sede política, explicó que estos “no sólo serían atractivo turístico sino también podrían usarse con fines medicinales (…). Se trata de estructurar bien los proyectos”.

 

Entre tanto, lo planteado se orienta a  mejorar y contribuir al progreso del local. No obstante, es menester tener claro que Nariño y su crecimiento  no debe desconocer lo que pasa en su entorno, teniendo en cuenta que hace parte de la provincia del Alto Magdalena.  “El municipio está en vías de desarrollo, el uso del suelo es fundamental y debe ser una prioridad en cuanto al ordenamiento territorial (…). Además, el desarrollo de todo municipio se debe fundamentar en la educación” (sic), puntualizó Ferney Avellaneda, administrador público de profesión. Finalmente, todo se definirá en los comicios electorales del próximo 25 de octubre.

 

 

 

Por: Karen Rodríguez

       William Serrano

 

En  el  transcurrir de  la vida constantemente surgen ideas, sueños, propósitos y metas por cumplir.  Siempre buscamos la oportunidad que nos permita alcanzar lo que tanto anhelamos: a veces, unos con más posibilidad de realizarlos y, otras, con muchos más obstáculos pero siempre con la intención de logro por lejos que se aviste. Son precisamente estas motivaciones las que nos impulsan a batallar  en el  difícil existir con el designio de avizararnos hacia el futuro, ese futuro que despierta el deseo de llegar a él.

 

Una infancia amarga

 

A la edad de ocho años, Reynaldo Mour, un niño girardoteño, del barrio Bocas del Bogotá, tuvo que dejar los juguetes para asumir la vida como un hombre, pues su padre -que era responsable de que nunca faltara la comida- empezó a sufrir  necesidades debido a la  separación matrimonial; se fue a pique  en el trabajo y se consumió  en el alcohol: momento arduo para Reynaldo. Sin embargo,  toma la opción de vender limones por los diferentes sectores de Girardot... Recogía botellas plásticas, costales y cajas dañadas; todo con el fin de obtener dinero.

 

“Tuve una gran infancia sin juguetes y poco lujo; pero con mucho terreno para jugar y un buen estilo de vida en un estrato uno”: Reynaldo Mour.

 

Pese a las dificultades con las que tuvo que convivir por un buen lapso  nunca determinó tomar el mal camino; sino, al contrario, conseguir recursos de la manera correcta, así esto le demandara esfuerzo y mucho tiempo. Nunca perdió la visión  que tenía de buscar la manera de adquirir dinero  sin necesidad de trabajarle a nadie: “Papá siempre me inculcó de que no fuera empleado, sino que tratara de hacer las cosas individualmente, entonces, para este tiempo tenía 13 años y decido montar mi propio negocio una tienda”(sic).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Obstáculos en el camino

 

Pese a ello, al cumplir quince  años, su papá decide sacarlo de la casa. Le tocó hospedarse donde un amigo por cuatro días hasta que  le ofrecen vivir en una vivienda abandonada, en el que le adecuaron un espacio de aproximadamente  de un metro con  veinte de largo por  dos de ancho; allí permaneció año y medio; empezó a pasar por necesidades, a tal punto de no  tener para comer: “ Al medio día me iba en busca de mis amigos para saludarlos a la espera de que alguno me diera almuerzo. Esta situación duro más o menos un año”, rememoró Mour.

 

Hasta que, de pronto, en  un día común, alguien le cuenta sobre una oportunidad de negocio con  algo llamado Amway. “Yo en ese momento no entendí mucho; pero sí vi que ahí había una oportunidad, que había dinero, que había algo grande. Eso despertó la idea de que los sueños se pueden cumplir y no vivir en la resignación de estrato bajo” (sic). Con su esposa empezaron a desarrollar el  negocio alterno a la venta camisetas deportivas. Esta labor empezó a crecer  de tal modo, que optaron por dedicarse a  desarrollar el nuevo proyecto con la multinacional de ventas por catálogo.

 

Una de las grandes cualidades que tengo es que reconozco cuando tengo que pedir ayuda de alguien que sabe siempre y cuando sea para mejorar”: Reyanldo Mour.

 

Amway prometía muchas cosas: libertad financiera, tiempo más dinero, viajar por todo el mundo y, especialmente, conseguir una pensión. “El negocio a mi esposa y a mí, nos atrajo mucho. Yo llevaba más de 25 años trabajando y nunca pude viajar. No lo creía, me decían que en dos años podía conseguir todo esto y sólo por hacer bien el trabajo”(sic). No obstante, Reynaldo empieza a buscar información de esta compañía y se da cuenta de que sus sueños eran alcanzables si decidía trabajar  con empeño, dedicación y educándose con  seminarios y audiolibros.

 

Finalmente, él y su esposa Elena Ortegón,  también empresaria Amway, se dedican a esta actividad y con el paso del tiempo comienzan a descubrir que muchas de las cosas que les dijeron eran reales, solamente era una tarea que  con su trabajo y desempeño se podía cumplir. La vida de este personaje empezó a tomar un nuevo rumbo, ya tenía un hogar una familia por la cual luchar,  un par de hijos que Reynaldo no quería que atravesaran por los mismos obstáculos que él tuvo que superar uno tras otro.

 

 

 

La vida  lleva hacia donde se quiere llegar

 

 En busca del éxito

 

La convicción es necesaria para alcanzar lo que se torna imposible

 

 

Más allá de ser un hombre  luchador y visionario, su esposa recalcó siempre  que “ 'Rey' es un hombre temperamental: es muy emprendedor;  un excelente esposo y padre. Es muy amoroso   tanto conmigo, como con sus hijos.  Es dedicado a su familia y busca siempre sacarnos  el mayor tiempo posible: es el papá que toda mujer quisiera para sus hijos”. Después de pasar por momentos oscuros, la vida de este  personaje por fin encontró su rumbo: ha viajado por varias partes del mundo, gracias a su trabajo y a la compañía en la que se desempeña.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La recompensa al sufrimiento

 

Cuando se piensa que ya todo está acabado, y que los sueños se esfuman, aparecen personas que hacen que la vida nos cambie y fue eso lo que le pasó precisamente a Reynaldo Mour. En su labor con Amway  no únicamente  se gana dinero, también se educa a todos sus integrantes, y se conoce gente nueva con mucha proyección como Claudia Salazar, colega de Mour, quien afirmó que “Reynaldo es un hombre íntegro, muy completo. De él aprendo mucho; me  ha enseñado a manejar diferentes situaciones. Es una persona   con mucha visión y por eso está donde está” (sic).

 

Actualmente, Reynaldo y su familia gozan de  una vida estable económicamente, no con mucho lujo pero sin necesidades. Tanto sus hijos como su esposa han vivido una situación diferente a la que  él tuvo que pasar, sus hijos siempre lo han tenido todo, gracias  a la inteligencia de su padre en los negocios. Patricia Sáenz, su amiga  de hace año y medio comentó que “es un buen hombre, un  buen amigo. Nunca había conocido a una persona tan luchadora. Es  excelente como amigo y  muy inteligente, comprometido y responsable con sus deberes” (sic). 

 

Las redes de mercadeo de Amway son un sistema que existe hace aproximadamente 80 años, con  un método nuevo y revolucionario. Es decir, la gente compra directamente a un fabricante y se reduce el costo de distribución de un lugar a otro; lo que brinda Amway es hacer que quien vende el producto se gane el dinero que otra empresa cualquiera invierte en publicidad y desplazamiento al momento del reparto. Los integrantes de esta compañía comercializan los productos; pero, a su vez, van creando su propia red con la vinculación de personas que quieran cambiar su estilo de vida. 

 

Durante su proceso como empresario de la compañía Reynaldo, no solamente adquirió dinero, viajes y nuevas oportunidades, sino también se relacionó con mucha gente  como Alexánder Céspedes, amigo y otro negociante de Amway, quien aseveró que “las personas que han tenido que pasar momentos cruciales en la vida son las que con esas mismas historias nos permiten creer que la vida puede cambiar si todo se hace con esfuerzo y dedicación. Él es  un hombre que admiro bastante. Su inteligencia y proyección lo hacen el hombre que actualmente vemos”(sic).

 

Hoy en día, Reynaldo Mour es platino de Amway,   en esta empresa  todo empresario tiene la oportunidad de calificarse según sus méritos; es decir, le permiten ir escalando  para incrementar sus ingresos y por tanto las comodidades. Platino es un reconocimiento que se otorga por su dedicación, equivalente a dinero, viajes y muchos premios. Cuando en la vida hay proyección siempre se puede lograr lo deseado; por muchas barreras que aparezcan en el camino la clave estará en la inteligencia y la visión de superación: esto  fue lo que llevo a Reynaldo Mour al éxito.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por: Álixon Larrota

 

Fotografía: Martín León

Girardot apuesta por el cambio en la conciencia de los habitantes

 

El abandono animal le compete a todos

 

Detrás de un ser viviente maltratado se esconde una persona cobarde

 

 

Las diferentes propuestas que han sido planteadas para contrarrestar la problemática que aturde a la ‘Ciudad de las Acacias’ sobre el abandono y maltrato animal aún no se han puesto en práctica, puesto que son muy pocas personas las que se preocupan por esto y para la comunidad es más importante el próximo partido de fútbol o algún nuevo evento que pueda contribuir a la falsa civilización del espectáculo. Sin embargo, aún quedan quienes desean contribuir con el cambio y brindarles una buena vida a las criaturas de la creación.

 

En las tardes soleadas que nos sofocan, siempre deseamos tener al alcance algún líquido que pueda calmar nuestro cuerpo sediento; no obstante, estos amigos de cuatro patas tienen que esperar la misericordia de alguien para obtener un poco de agua o someterse a las bacterias de las que pueden estar plagados los ‘charcos’ de las calles. María Isabel Gómez,  estudiante del colegio Manuel Elkin Patarroyo, mencionó que “las personas que someten al maltrato o indiferencia a los animales, es porque no tienen corazón; sin embargo, creo que la gente ya está tomando conciencia” (sic).

 

“El mejor método para no ver más animales en las calles es la esterilización”: Clara Urueña.

 

 

El veterinario Alejandro Gama, en una amigable charla, comentó que cuando ve llegar a su local “a gente con mascotas muy finas, especialmente perros, y les gastan mucha plata, es ahí donde pienso que con ese dinero a cuántos animales podrían estar ayudando” (sic). Sin embargo, hay gente de buen corazón que piensa que todo puede ser diferente, la directora de la Asociación Defensora de Animales de Girardot (ADAG), Clara Urueña, mediante su fundación le da un hogar a los ejemplares desamparados.

 

Unos simpáticos cuadrúpedos que habitan en el lugar que Clara ha creado para ellos; sin embargo, están a la espera de personas de buen corazón que les quieran dar una familia, puesto que aunque se les provee lo necesario para subsistir y además el amor del ‘ángel guardián’ que los cuida, les hace falta un cálido hogar, donde puedan sentirse como parte de un núcleo familiar. Es por ello, que la invitación está abierta para adoptar a alguno que los invadirá gratamente de  júbilo.

 

A la pregunta si el índice de abandono ha tenido un auge en el municipio, Urueña acotó que “no ha aumentado, puesto que nosotros venimos haciendo un trabajo muy grande hace quince años y se está aplicando la estrategia, que en realidad va a salvar de los abandonos, que es la esterilización.El cambio ha sido evidente” (sic).

 

En contraste, lugareños aseguran que cada vez ven más animales en las calles y, además, de que se continua evidenciando el maltrato animal por parte de la sociedad, pues se encuentran caninos y felinos golpeados alrededor de los caños, y algunos sin vida.

 

 

Campaña ‘Adóptame o apadríname’

 

Con el fin de tratar de sensibilizar a las personas, la institución defensora promueve distintas campañas en pro de las criaturas indefensas, por ejemplo, la que incita a adoptar es una de las más frecuentes, pues varias veces se retoma con el propósito de encontrar individuos de buen corazón  que se hagan cargo de un ‘animal de compañía’ o, en su defecto, cuando no pueden adoptar se les pide que apadrinen a alguno con el fin de brindarles bienestar.   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los ambientalistas luchan por hacer un cambio

 

Andrés Ospina, administrador ambiental, comentó que “es fuerte ver la negligencia del gobierno y la sociedad; deberían haber más sitios de refugio para los animales. Además, las autoridades también deben hacer presencia y cooperar para salir de esta problemática, en especial, la  venta de animales” (sic). Las personas que están dedicadas a la preservación ambiental, sienten una gran preocupación por los animales y opinan que se deben crear estrategias que ayuden a mitigar el abandono, mediante la formación a los ciudadanos para que puedan ‘operar’ a animales callejeros y parar así su reproducción.

 

 

 

Ahora bien, hay otras formas en que la comunidad puede colaborar y no tiene que ser con el aporte económico, toda vez que también podría participar a través del voluntariado: como lo hacen algunas personas en  la ADAG, donde diariamente con todo el corazón hacen aportes, ayudan a la directora con el cuidado de las criaturas y, además, se encargan de hacer los procesos de adopción supervisados por Urueña. Esta también es una invitación para las personas que ayuden de cualquier forma con el fin de apaciguar esta tormenta que le compete a todos.

 

Debemos tener en cuenta que estamos en una sociedad donde el individualismo debe quedar a un lado y lo importante debe ser el bienestar colectivo. Cada ser humano es libre de obrar como quiera, pues no hay animal más destructor que él. Sin embargo, todo ser viviente merece respeto y como tal debe ser tratado. La puerta de la ayuda está abierta para quienes quieran poner un grano de arena a la construcción de un mejor mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por: Ángely Gutiérrez 

         Karen Gil 

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