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Esto lo demostraron las cifras que apoyaron y faltaron para refrendar a dicho proyecto el tan anhelado sí,  liderado principalmente por las diferentes alcaldías municipales que lo integraban, y que afirmaban “la  búsqueda en  la unión de esfuerzos”, pese a todos los esfuerzos realizados para la aprobación, no se obtuvieron los resultados que se esperaban en todos los que iban a integrar esta AM.
 
Lo cierto es que los habitantes de los municipios involucrados -Girardot, Tocaima, Nariño y Guataquí por Cundinamarca, y Flandes, Carmen de Apicalá, Coello, por el Tolima- decidieron no sacar adelante el AM. La  razón que haya influido, sea cual fuere, resultó determinante en los electores y se evidenció en  la masiva inasistencia a los puntos habilitados para las votaciones. “El  número de sufragantes fue insufiente en lo que se requería  para el aval del AM”, comentó Yolanda Sandoval, residente de Flandes.
 
Para que el Área Metropolitana quedara conformada, debía haber existido una participación mínima de la cuarta parte (25%) de los votantes que componen el censo electoral de cada una de las poblaciones en mención y si votaban por el “sí”, la mitad más uno de los sufragantes, cosa que no ocurrió, puesto que los votos no alcanzaron el tope suelo. De los ocho municipios que participaron en la consulta solo Suárez, pasó el umbral, con 1.203. La votación mínima que necesitaba era de 1.096.
 
En Flandes, se obtuvieron 2.823 votos y se requerían 4.205; en Carmen de Apicalá únicamente votaron 886 cuando se esperaban 2.037,  y  en  Coello  1. 252 y se necesitaban 1.911. El preconteo en Cundinamarca fue similar: Nariño recibió 481 votos y lo requerido era 624; Tocaima 381, en vez de 3.226; Guataquí fue la única población cundinamarquesa que casi logra el umbral, votaron 513 y se necesitaban 525: Es decir, 12 votos lo separaron del 25 por ciento. 
 
Luego de las estadísticas de la enorme abstención, resulta imprescindible meditar en las palabras del politólogo y académico Pardo que anunció  en su columna editorial que “el deber ser de los gobernantes trasciende del solo hecho de buscar en los pueblos la aprobación de tal iniciativa que depende y que encuentra su punto de extensión en el reto que tienen los alcaldes en la creación de políticas y estrategias que beneficien a la colectividad y no solo a un grupo determinado”. 
 
Por : Brigitte Mayorga-Karen Vera 

 

Después de varios meses de campaña para lograr la aprobación del proyecto del Área Metropolitana del Sol (AM), no se obtuvo más que la abstención de los electores con lo que se reprimió tal fin. Es posible que no se contara con que el desconocimiento de la ciudadanía no resultaría como en la mayoría de veces en un punto a favor. Y esto, lo confirmaron vendedores ambulantes de la zona comercial del ‘Camellón’, quienes al ser entrevistados por reporteros de Giro en U el día anterior al sufragio, demostraron el escaso nivel de información que tenían acerca del AM.
 
Es así que las respuestas de los participantes no fueron disparejas en comparación a los resultados recogidos en las urnas. Este es el caso de Jorge Rodríguez, vendedor ambulante, cuando dijo: “La verdad solo algo he escuchado por ahí hace algunos días. No es que sepa mucho. Me la paso trabajando y no me queda tiempo para más”, quien coincidió con algunos de sus semejantes como Orfa Rojas, que manifestó: “No tengo claro qué es; pero en la Junta de Acción Comunal del barrio el Alto nos citaron para  ir a votar y explicarnos cómo se debe hacer”.
 
Esto ya se veía venir, pues en una columna del 29 de septiembre de 2014 publicada por Giro en U ponía de manifiesto meses atrás los vacíos informativos al respecto: “Otro asunto por mencionar es qué tanto sabe el pueblo sobre un AM. Porque para qué votar e impulsar que se vote Sí, cuando subsiste un total desconocimiento (…) Sería antiético tragar entero y avalar algo que hoy hasta los futuros profesionales de cualquier rama desconocen”, advertía el artículo editorial escrito por Óscar Mario Pardo, politólogo de la Pontificia Universidad Javeriana.
 
Los intentos fallidos de la Administración en la divulgación eficiente de la Primera Propuesta Interdepartamental dejaron sinsabores en los funcionarios que en reuniones previas al ejercicio democrático “suscitaron compromisos con los contratistas, que debían llevar de a 20 personas a las sesiones para instar en el voto por el sí”, señaló Thomas Sánchez –pseudónimo puesto por solicitud del entrevistado-, funcionario de la Alcaldía de Girardot. Además, de la “labor de trasportar a las personas hasta los puntos de votación, previamente a la participación  en el desfile por todas las calles”, como lo refirió Sánchez. 

27 de febrero de 2015

Abstención deprimió el proyecto del ‘Área Metropolitana del Sol’ 

 

Se  pretendía integrar a ocho municipios de dos departamentos, Tolima y Cundinamarca, por medio de un ejercicio democrático que terminó en fracaso total. 
Todo sugería ser un hecho. Se  había logrado “la unión de esfuerzos entre los municipios vecinos con programas y políticas comunes para el desarrollo simultáneo”, según afirmó Carlos Velásquez, corregidor Municipal de Girardot. Pese a ello, los contendores distribuían panfletos que argumentaban la negativa rotunda al AM por significar un “alza en los impuestos, la construcción de más peajes, el incremento en el sueldo del Alcalde de Girardot, secretarios de Despacho y el aumento en los honorarios de los concejales”. 

Informe Especial

El empleo informal se engloba en categorías como trabajadores sin remuneración en empresas o negocios y los jornaleros o peones, excluyendo a los obreros, empleados domésticos y empleados del gobierno, a quienes cobija el decreto 2616 de 2013 que regula la cotización a seguridad social para quienes laboran por períodos inferiores a un mes. En ese sentido, cumplir con disposiciones laborales es un requisito para validar el convenio 189 de la  Organización del Trabajo (OIT), cuyo objetivo es “mejorar las condiciones de vida y de trabajo para los trabajadores domésticos”.
 
 
La Cámara de Comercio de Girardot hace proceso de acompañamiento a los emprendedores, empresarios y demás personas con ideas de negocio para generar empleo; pero actualmente no se están realizando proyectos como manifestó Camilo Ballesteros, coordinador de Competitividad: “En el momento solo se están haciendo campañas de formalización para comerciantes” (sic). Es escaza la iniciativa de formar empresas o proyectos que consoliden a Girardot confianza laboral para los ciudadanos, motivo por el cual Adriana Sánchez, quien trabaja en la plaza de mercado independientemente, sentencia que “no me gusta trabajarle a nadie, mucha explotación y no le pagan lo que es” (sic).
 
El trabajo informal en Girardot se ha visto impulsado principalmente por las familias que han sufrido las consecuencias de la guerra como el desplazamiento forzado, de los bajos niveles educativos y de la búsqueda infructuosa de empleo que proporcione ingresos mínimos para la subsistencia. La fuerza trabajadora informal se encuentra principalmente apostada en el centro del municipio, en las principales calles e inmediaciones de sitios nocturnos, con puestos de comercio ambulante o estacionarios con mayor demanda de sus artículos en épocas vacacionales para la afluencia de turistas.
 
 
Así lo explicó el vendedor ambulante Armando Doncel: “No hay generadores de empleo, por eso, los comerciantes no emplean mucha gente. El Alcalde no se manifiesta, solo se ve en las votaciones. La ciudadana Paola Martínez, que lleva cinco meses desempleada, valora y entiende a las personas que trabajan para subsistir de cualquier forma: “Los motorratones y vendedores ambulantes tienen que laborar así el espacio público los atropelle por invasión al terreno y falta de documentación. La ciudad viene decayendo” (sic).
 
 
El desempleo en el país es cada vez más evidente. “Las personas tratan de subsistir con un empleo informal de cualquier índole para obtener el pan de cada día”, explicó Andrés Hernández, administrador de Empresas. Girardot como ciudad turística tiene que desplegar más estrategias que generen empleo formal y brinden al ciudadano estabilidad laboral y seguridad social. Por eso, el empleo informal no paga.

 

Por : LESLIE PAIBA-FELIPE TORRES    

 

En Latinoamérica, la informalidad laboral es una de las fuentes de exclusión social y desigualdad económica; aunque las diversas políticas laborales que tiene cada país permiten comprender las formas a través de las cuales se afecta el desarrollo económico y social. En Argentina, el número de trabajadores informales n de 34%; mientras para Brasil es el 26%; en Colombia, 33%, y en Chile 37%. Entre otras cosas, los ocupados en Brasil y Colombia presentan un nivel menor de educación que en Argentina y Chile.
 
 
La tasa de informalidad que hay en Colombia, según un estudio realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE) en junio de 2014, es de 49.4%. De estos empleados informales, el 9,1% tenía acceso al sistema de seguridad social en salud; en cuanto a pensiones y riesgos profesionales la participación de los cotizantes fue del 46%. Por lo tanto, ciudades como Cúcuta (69,9%), Quibdó (66,1%), Riohacha (65,5%) tienen las tasas más altas de informalidad laboral en el país.
 
 
En ciudades como Girardot, el trabajo informal aumenta en periodos vacacionales. Según Liliana Oviedo, secretaria provisional universitaria del Área de Planeación de la Alcaldía de Girardot, “hay aproximadamente 100 vendedores estacionales que trabajan todos los días y otros que se unen a ellos solo en temporada alta” (sic). Además, resalta que se están llevando a cabo proyectos para generar empleo y que es necesario realizar un censo para mirar cuántos trabajadores informales laboran en el municipio.
 
 
Colombia le hace frente al trabajo informal con legislación como la ‘Ley del primer empleo’, cuyo objetivo es facilitar el acceso a la oferta de empleo a menores de 28 años y recién graduados. Esta ley logró que en el 2013 se generaran 395.000 nuevos empleos y se formalizaran 170.000 empresas, aumentando en las calles de las principales ciudades el empleo informal, más de 12.5 millones de trabajadores, y que se elevara a cerca de dos tercios la fuerza económicamente activa que gana menos de un salario mínimo.
 
Luisa Fernanda Romero, auxiliar de Contratación de Soluciones Empresariales Barrero Leal, manifestó que por lo general se impulsan muchas las ofertas laborales de trabajo para las temporadas de junio y diciembre; “las vacantes que más requieren personal son para camarería y oficios varios. Evidentemente siempre estamos recibiendo hojas de vida, desde jóvenes estudiantes hasta personas de 60 años” (sic). Además, recalcó que Girardot por ser ciudad turística en desarrollo es promotora de numerosas plazas de empleo.
“Pero si la elección es un presidente vivo y 8 o 10 por ciento de desempleo en una economía en declive y un país que parece estar yendo en la dirección equivocada y el desempleo estructural para los jóvenes es del 50 por ciento, prefiero tener un presidente tonto que se fija en esos problemas” (sic),  Jonah Goldberg. 
El trabajo informal no paga

 

28 de febrero de 2015

 
Este semillero, a su vez dio como fruto la creación de una emisora universitaria llamada Giro en U Radio, como complemento del medio digital,  contribuyendo a la expansión y ampliación del periódico. Una iniciativa que surgió del docente Juan Carlos Oviedo, director de la emisora institucional, quien aseguró: “La experiencia de hacer radio universitaria ha sido un proceso de aprendizaje, tanto para los estudiantes como para mí. Se ha tenido apoyo de la universidad, pero el 90%  de las cosas que se han hecho ha sido por el esfuerzo de  los estudiantes”.
 
Es así como la apertura de dichos semilleros ha permitido que la comunidad estudiantil con proyección hacia la radio o la prensa digital tengan la oportunidad de llevar a cabo sus prácticas profesionales en estas plataformas, siendo ello una alternativa para adquirir experiencia y prepararse para la vida laboral. Jhon Patiño, pasante de Giro en U Radio  y Mateo Perea, auxiliar de radio, confirman que el trabajo en la emisora universitaria  “aporta para la vida personal, emocional y profesional”,  donde según sus experiencias, “claramente se evidencia  la pasión y el amor que genera poder emitir  desde una cabina de radio”.
 
Además, algo que ha caracterizado a este semillero ha sido su enfoque hacia el desarrollo humano y proyección social, lo que ha hecho que dicho proceso de formación investigativa sea mucho más significativo para sus integrantes. Según las declaraciones de Karen Rodríguez, quien hace parte del Periódico Digital, la experiencia en Giro en U ha llenado sus vacíos académicos: “He aprendido cosas que no sabía y me ha permitido formarme como persona y como profesional”. 
 
Actualmente, la emisora universitaria cuenta con seis integrantes  encargados de generar contenidos radiofónicos y junto con los quince estudiantes que conforman el periódico digital  encargados de generar a su vez los contenidos informativos, “la meta es poder llegar a ser el medio de comunicación regional en el que la comunidad se apoye”, afirmó Younly Hernández, subdirectora del periódico digital Giro en U.
 
Es por ello que la esperanza que existe de los semilleros que se han cultivado reside en que los estudiantes que hereden dicho proyecto, lo asuman con responsabilidad y sentido de pertenencia; no solo por el prestigio de su trabajo como futuros profesionales, sino por el impacto que se está generando desde tales medios institucionales. Por su parte, Giro en U Radio seguirá aportando al desarrollo de la región y al fortalecimiento de los canales comunicativos. “La meta es que para el año 2015, la emisora pueda escucharse desde una plataforma en línea”, afirmó Winston Espinosa, integrante del semillero. 

 

 

 

Por : Sara Dávila, Álixon Larrota y Lorena Marroquín 
En las universidades colombianas, desde hace algunos años, surgió una preocupación por generar estrategias que promovieran el interés de los estudiantes por generar nuevos conocimientos e innovar. En medio de los cambios de la sociedad postindustrial surgió para el año 1996 el primer movimiento de semilleros de investigación en la Universidad de Antioquia, paulatinamente dicha iniciativa empezó a desarrollarse en los demás claustros del país, donde un  número considerable de grupos de trabajo buscaban provocar y convocar espacios para el desarrollo de nuevas competencias que promovieran el quehacer investigativo, trascendiendo los modelos tradicionales del aprendizaje.
 
Según el censo realizado durante el desarrollo del XII Encuentro Nacional y VI Internacional de Semilleros de Investigación, “constituye un espacio para tejer red, construir conocimiento y edificar sociedad”. Este paso de fe, iniciado por la universidad de Antioquia, permitió que actualmente se cuente con más de 220 grupos de semilleros de investigación en todo el territorio nacional. Es así como hoy en día se puede concebir el surgimiento de los semilleros de investigación en el seno de las instituciones de educación superior.
 
Sin embargo, las cifras relatan mejor las causas que dieron lugar a que estos grupos de investigación emergieran. En el libro ‘Orígenes y Dinámica de los Semilleros de Investigación en Colombia’, se cita que para el año 2010 Colombia solo contaba con 4500 científicos “lo que representa el 1% de los científicos de Latinoamérica, que a su vez, corresponden al 1% de los científicos del mundo. Unas cifras que contrastan con la de países industrializados como Japón que cuenta con 3500 o de Estados Unidos con 2685 científicos por millón de habitantes”.
 
Y el mismo texto diagnostica para el caso nacional que “si analizamos las cifras de inversión en la educación de Colombia, tan solo el 2,5% del PIB se destina para este rubro por debajo del 3,6% del promedio latinoamericano; aunado a esto la inversión estatal para ciencia y tecnología es de alrededor del 0,3% del PIB, mientras que en los países más avanzados esta inversión alcanza entre un 2% y 5%”. Estas estadísticas son muestra de que la formación de la actitud investigadora nació en un momento social emergente, debido a que se necesitaba empezar a promover el quehacer investigativo para el cambio social. 
 
 
Ciertamente, los semilleros han seguido siendo formadores de investigación. Se han constituido como comunidades de aprendizaje entre docentes y estudiantes, guiados por un plan de acción a mediano y/o largo plazo para atender  necesidades de interés común. Cada universidad de Colombia ha cultivado este proyecto como una estrategia innovadora de aprendizaje; es por eso que frente a este panorama, la Universidad Minuto de Dios Sede Girardot, se ha preocupado por propiciar tales grupos de investigación, obteniendo resultados significativos en el proceso.
 
 
Giro en U Periódico Digital, uno de los semilleros de investigación de Uniminuto Girardot, ha sido una muestra de trabajo incansable por hacer un periodismo diferente.  Un semillero que, según su director Óscar Mario Pardo,  “surgió debido al requerimiento latente de que la universidad reviviera un proyecto académico que consolidara el medio digital Giro en U como una oferta mediática, que lo que pretende es rescatar aquellos ejercicios periodísticos en aras de convertirla en una plataforma virtual de periodismo digital, que dé respuesta a las demandas de la población de Girardot y su área de influencia”. 
El apoyo a la formación de alto nivel de los investigadores ha permitido cultivar experiencias significativas en el interior de las universidades y a dicha propuesta Uniminuto - Girardot se ha unido para empezar a ser parte del cambio.

 

Semilleros de Investigación: una experiencia enriquecedora 

 

02 de marzo de 2015

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